Comentarios de la vida

domingo, 28 de agosto de 2016

OBSTRUCCIÓN INTESTINAL DEBIDO A ENDOMETRIOSIS ILEAL: REPORTE DE UN CASO

Acta méd. costarric vol.45 n.3 San José Sep. 2003


Resumen

La obstrucción del intestino delgado es uno de los padecimientos abdominales más frecuentemente atendidos en el servicio de urgencias. Es un síndrome con múltiple s causas, una particularmente interesante es la endometriosis intestinal, la cual ocurre hasta en el 37% de 1 as pacientes con endometriosis. La vasta mayoría de pacientes no experimenta síntomas relacionados con el tracto gastrointestinal. Presentamos aquí el caso de una mujer de 34 años con obstrucción intestinal secundaria a endometriosis. Requirió resección quirúrgica con anastomosis primaria. La evaluación patológica demostró endometriosis extensa del intestino delgado, que producía obstrucción completa. Tuvo un lento postoperatorio y requirió una laparotomía e ileostomía, debido a dehiscencia de la anastomosis. Este informe ilumina las raras, aunque significativas complicaciones de la endometriosis intestinal, incluyendo la obstrucción intestinal. La endometriosis intestinal debe considerarse en el diagnóstico diferencial de aquellas pacientes con obstrucción intestinal en edad reproductiva.

La endometriosis es una enfermedad común entre las mujeres menstruantes. Se estima que hasta el 15% de las mujeres premenopáusicas tiene algún grado de endometriosis 1 . Se piensa que la endometriosis se desarrolla cuando hay regurgitación transtubárica de la sangre menstrual, la cual contiene estroma y glándulas endometriales que podrían implantarse y crecer en las superficies serosas de los órganos abdominales y pélvicos 2 . Los síntomas más comunes son dolores pélvicos premenstruales y cólicos abdominales, dispareunia, dismenorrea, infertilidad y sangrado uterino anormal. El compromiso gastrointestinal, en su mayoría como implantes endometriales, puede ocurrir en un 3% a un 37% de las mujeres con endometriosis 3 ,4 . En su mayoría no manifiestan síntomas específicos del tracto alimentarlo, pero algunas pueden presentar diarrea, dolor rectal e incluso sangrado transrectal, y en estos casos, es el intestino grueso por mucho, el sitio de mayor compromiso. La endometriosis puede causar obstrucción del intestino grueso y del delgado, ascitis hemorrágica, perforación intestinal, hipoalbuminemia e incluso apendicitis, pero estas complicaciones son raras 5 ,6 .

Caso clínico

Una mujer de 34 años, nulípara, vecina de La Garita de Alajuela, consultó al servicio de emergencias quirúrgicas del Hospital México, con una historia de 22 días de evolución de dolor abdominal difuso, asociado con vómitos, hiporexia y estreñimiento progresivo, con imposibilidad para canalizar gases y defecar por 24 horas. Negaba fiebre o pérdida de peso, enfermedades conocidas y cirugías previas. Su ritmo menstrual lo describía como regular, cada 28 días, con 3 días de sangrado y asociado con dismenorrea; fecha de última regla 22 días antes de acudir al hospital.

Los signos vitales al ingreso mostraron una presión arterial de 96/67 mm Hg, un pulso de 102 latidos por minuto y una temperatura axilar de 37,2ºC. El examen físico reveló distensión abdominal marcada, sin rigidez o masas, dolor no localizado a la palpación y peristalsis aumentada. Al tacto rectal no se palparon heces en el ámpula.

Los exámenes de laboratorio mostraron una hemoglobina de 14,2 gr/dl y un hematocrito en un 39%, leucograma en límites normales, pruebas de función renal y electrolitos dentro de límites normales. Las radiografías de abdomen indicaron niveles hidroaéreos difusos, sin observarse aire distal.

Se inició el manejo sintomático con rehidratación endovenosa y se colocó una sonda nasogástrica. Tras 24 horas de observación, la paciente persistió con dolor, sin canalizar gases, tenía el abdomen cada vez más distendido y en ese momento con signos de irritación peritoneal, por lo que se decidió llevarla a sala de operaciones, por su cuadro de obstrucción intestinal. Se realizó una laparotomía y se encontró un área de íleon completamente estenosada por un anillo fibroso y una lesión palpable a unos 20 cm proximalmente a la válvula ileocecal, con compromiso de toda la circunferencia y la serosa. No había otras lesiones en los órganos abdominales ni en el peritoneo, no había líquido libre en cavidad. Se observó dilatación importante del asa proximal a la lesión. Se realizó una resección del segmento y anastomosis término-terminal de íleon.

Histopatológicamente se encontraron glándulas y estroma endometrial en la pared del íleon desde la mucosa hasta la capa muscular (Figura 1 ).



La recuperación postoperatoria fue lenta aunque satisfactoria.

Tras siete días de la cirugía reingresó con un abdomen agudo y necesitó reintervención de urgencia. Se encontró dehiscencia de la anastomosis previa, por lo que se realizó una ileostomía. La evolución fue normal y se egresó con control en la consulta externa del servicio de emergencias quirúrgicas.

Discusión

Meyer, en Alemania, fue el primero en describir la endometriosis en el tracto gastrointestinal hace casi un siglo 6 . El cuadro clínico varía desde una completa ausencia de síntomas, hasta una emergencia por abdomen agudo, la cual requiere intervención quirúrgica. Muchas de las molestias gastrointestinales no son específicas e incluyen diarrea, náuseas, vómitos y distensión abdominal 2 

El diagnóstico de endometriosis intestinal por métodos no invasivos es muy difícil, puesto que se requiere un alto índice de sospecha y la consideración de esta posibilidad. El dolor pélvico tipo cólico se describe, en su mayoría, como la queja más frecuente 2 ,6 . Este dolor ocurre o aumenta asociado con el flujo menstrual, aunque no está bien documentado en la bibliografía 2 . En la mayoría de los casos, la endometriosis involucro el intestino grueso en forma de implantes de serosa que son descubiertos durante la cirugía 7 .

El diagnóstico preoperatorio correcto es difícil, pues la endometriosis intestinal tiende a confundirse clínicamente con enteritis regional, apendicitis, colitis isquémica, diverticulitis e incluso con neoplasia. Esta enfermedad puede causar confusión al patólogo, pues la muestra de biopsia obtenida endoscópicamente es superficial y la endometriosis suele involucrar las capas más profundas de la pared intestinal, por lo que el tejido que se obtiene de esta manera podría evidenciar daño crónico, pero sin focos endometriósicos que den el diagnóstico, causando confusión con el diagnóstico diferencial 3 ,4 .

Los síntomas relacionados con el compromiso intestinal incluyen dolor en el hemiabdomen inferior, náuseas y vómitos, distensión abdominal, tenesmo y disminución del calibre de las heces 4 ,6 . La revisión de la experiencia de veinte años de la Clínica Mayo muestra que la endometriosis intestinal es rara y que la obstrucción secundaria a esta causa es aún más inusual, con una tasa de incidencia del 0.8% 6 .

Hay concordancia en las series de casos de endometriosis gastrointestinal, en cuanto a que el colon es el segmento más comúnmente comprometido y dentro de este destaca el recto sigmoides, con un porcentaje de afección del 85 al 95%; lo sigue, en orden descendente de frecuencia, el colon derecho, el intestino delgado, el apéndice y el ciego 4 ,5 ,6 .

El íleon es el segmento más propenso a obstruirse. Cuando está involucrado, frecuentemente resulta en obstrucción intestinal aguda o crónica 4 . El mecanismo de obstrucción puede relacionarse con el ensortijamiento y fibrosis de la pared intestinal, el cual podría resultar de procedimientos quirúrgicos previos en el área. Además, la obstrucción del intestino delgado en la endometriosis puede ser secundaria a la proliferación del tejido endometriótico y la fibroplasia reactiva entre la muscular propia y la capa submucosa. La cicatrización continua y los cambios reactivos pueden comprometer gradualmente el lumen, llevando a la perforación y peritonitis asociada, que se manifestaría como un abdomen agudo 4 ,6 .

Debido a la propensión a causar manifestaciones intestinales inespecíficas, el diagnóstico preoperatorio es difícil, pero debe considerarse en la evaluación de las mujeres premenopáusicas con síntomas gastrointestinales, particularmente cuando un diagnóstico más común no es clínicamente evidente 4 ,5 . Aunque es obvio que la mayoría de las mujeres con molestias abdominales durante su período menstrual no tienen esta enfermedad, la presencia de síntomas cíclicos debe hacer pensar en endometriosis, siendo este el único patrón cíclico de tal enfermedad 2 .

Aunque hay reportados múltiples de casos de estenosis en el intestino delgado, secundarias a endometriosis, la presentación más común es una obstrucción solitaria en el íleon terminal, que debe ser tratada con resección 5 .

El tratamiento de la endometriosis intestinal no complicada, depende de la edad y del deseo de paridad de la paciente. La resección intestinal está indicada si hay síntomas de obstrucción o sangrado, o si el diagnóstico de malignidad no puede ser excluido. En pacientes en edad fértil, la resección del segmento de intestino involucrado, seguida por tratamiento hormonal con danazol o agonistas, de la hormona liberadora de gonadotropinas 2 , debe ser suficiente, de otra forma, la histerectomía y ooforectomía bilateral es el tratamiento de elección 5 .


Andres

martes, 9 de agosto de 2016

CANNABIS Y ENDOMETRIOSIS, LA ENFERMEDAD DEL SILENCIO


CANNABIS
Este artículo está sobre el género de la planta. Para su uso como una droga psicoactiva, véase Cannabis (droga) . Para otros usos, véase Cannabis (desambiguación) .
Cannabis ( / k æ n Ə b ɪ s / ) es un género de planta con flores que incluye tres especies (y siete taxones ) [2] o subespecies , [3] sativa ,índica y rudelaris . La planta es indígena a Asia central y el subcontinente indio . [4]
El cannabis ha sido utilizado para el cáñamo de fibra, de los aceites de cáñamo , con fines medicinales , y como una droga recreativa .Productos de cáñamo industrial están hechas de plantas de cannabis seleccionados para producir una gran cantidad de fibra. Para satisfacer la Convención de Estupefacientes de la ONU , algunas variedades de cannabis han sido criados para producir niveles mínimos de tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo . Muchas plantas han sido criados selectivamente para producir un máximo de THC ( cannabinoides ), que se obtiene por curado de las flores. Diversos compuestos, entre ellos el hachís y el aceite de hachís , se extraen de la planta. [5]

¿Cómo ayudan el cannabis y los cannabinoides en el tratamiento de la endometriosis?
Como ya hemos explicado, la endometriosis es una enfermedad crónica y todavía no existe una cura. Disponemos de numerosas evidencias médicas y científicas que demuestran que los cannabinoides que contiene la planta del cannabis (los fitocannabinoides) pueden aliviar la mayoría de los síntomas producidos por la endometriosis, tales como el dolor, la depresión, el dolor de cabeza, hipoglucemia, ansiedad, fatiga, fiebre, inflamación, y muchos otros.
Propiedades antiinflamatorias e inmunoreguladoras
Son muchas las pacientes que afirman haberse beneficiado del consumo de cannabis durante las crisis de determinadas enfermedades de carácter inflamatorio, especialmente si cursan con un componente autoinmune. Parece ser que, en estos casos, el cannabis no sólo actuaría como analgésico, sino además mediante una acción antiinflamatoria demostrada hasta ahora en varios estudios de experimentación sobre animales.
Se cree que tanto los antagonistas, como el CBD, y los agonistas, tales como el THC y el agonista endógeno 2-AG, disminuyen la inflamación al inhibir la función de los macrófagos, que son células blancas de la sangre de gran tamaño y especializadas, esenciales para diferentes respuestas inmunes.
Las investigaciones indican que el cannabidiol (CBD), el componente no psicoactivo del cannabis, es responsable de la reducción en la inflamación asociada con estados inflamatorios crónicos, como demostraron en un estudio de 2004 investigadores italianos de la Universidad de Milán-Bicocca. En el caso de la endometriosis, las células que recubren el útero (endometrio) están presentes fuera de él y pueden sangrar liberando mediadores inflamatorios y causando dolor localmente. Con la administración del cannabidiol, se produce una gran mejora en la calidad de vida de las pacientes porque pueden controlar el dolor, e incluso dejar de tomar cualquier otro medicamento por completo.
Propiedades analgésicas
El cannabis se utiliza ampliamente en el tratamiento del dolor crónico resultante de un amplio número de enfermedades diferentes. Quizás sea laaplicación terapéutica de la marihuana a la que se ha hecho mayor referencia a lo largo de los siglos, desde su aparición en la primera farmacopea del emperador Shen Nung (3750 a. C.) hasta las referencias del uso que hacia de ella la Reina Victoria en el siglo XIX, recetada por su médico personal, que le prescribió una tintura de cannabis para los dolores y calambres menstruales (dismenorrea) que la Reina Victoria padecía. También durante ese mismo siglo, antes de la comercialización de los derivados del opio, se consideraba uno de los medicamentos más valiosos.

El cannabis se utiliza ampliamente en el tratamiento del dolor crónico resultante de un amplio número de enfermedades diferentes (©Steven Schwartz)

Investigadores de la Universidad Estatal de Florida en Tallahassee (EE.UU.) han estudiado el papel del sistema cannabinoide endógeno en el dolor asociado a la endometriosis. Usando un modelo de rata, descubrieron que los agonistas de los receptores CB1 disminuyen la hiperestesia asociada a la endometriosis, mientras que los antagonistas de dichos receptores la aumentan. Bloquear los receptores CB1 aumentaba la sensibilidad al dolor, al mismo tiempo que estimularlos la reducía. Los autores de este estudio concluyeron que el sistema endocannabinoide desempeña un papel en el desarrollo de los crecimientos anormales y el dolor relacionados con la endometriosis, lo que sugiere que los cannabinoides podrían proporcionar “un nuevo enfoque para el desarrollo de nuevos tratamientos del dolor en la endometriosis necesarios con urgencia”.
Controla el crecimiento celular
Los cannabinoides también poseen propiedades que se pueden utilizar para controlar otro de  los aspectos principales de la endometriosis severa: la hiperproliferación. Debido a su implicación en la proliferación, la apoptosis y la angiogénesis, los cannabinoides controlan el crecimiento celular y regulan la migración celular. Sus efectos antiproliferativos son el resultado de la inhibición de los factores de crecimiento y de la desregulación de las rutas de señalización. Estos mecanismos han sugerido nuevos objetivos en el tratamiento de la endometriosis, ya que las células endometriales tienen un fenotipo hiperproliferativo y propiedades pro-angiogénicas.

Cannabigerol, unos de los cannabinoides del cannabis (©MarihuanayMedicina)

Investigadores de diferentes instituciones de París, Francia, realizaron un estudio en 2010 en el que demostraron que los cannabinoides reducen el crecimiento del tejido endometrial humano implantado en ratones, y llegaron a la conclusión de que “los agonistas cannabinoides ejercen efectos antiproliferativos de las células del estroma del endometrio.”
Endometriosis y el sistema endocannabinoide (SEC)
Los endocannabinoides son los cannabinoides naturales endógenos producidos por el propio cuerpo humano, que aseguran diferentes funciones biológicas y activan los receptores cannabinoides (CB1 y CB2). Debido a la importancia del sistema endocannabionoide, a día de hoy se considera a los fármacos que pueden interferir en la actividad de los endocannabinoides como candidatos para el tratamiento de diversas enfermedades, entre ellas la endometriosis.
Muchos de los componentes del sistema endocannabinoide se encuentran en el tejido endometrial y sus niveles están regulados por el ciclo menstrual, como se ha podido comprobar en modelos de roedores con la enfermedad. Entre dichos componentes se incluyen los receptores cannabinoides tipo 1 y tipo 2 (CB1 y CB2), N-acil fosfatidiletanolamina fosfolipasa D (NAPE-PLD), una enzima que sintetiza los endocannabinoides, y la amida hidrolasa de ácidos grasos (FAAH), una enzima que descompone los endocannabinoides. La concentración más alta del endocannabinioide anandamida (AEA) en el sistema reproductivo se encuentra en el útero.
En un estudio reciente, al que no hemos referido antes, en el que se utilizó un modelo de rata, se descubrió que los receptores cannabinoides CB1 se expresan tanto en la somata como en las fibras de las neuronas sensoriales y simpáticas que inervan los crecimientos anormales de la endometriosis. Además se averiguó que los agonistas del receptor CB1 disminuyen la hiperalgesia asociada a la endometriosis, mientras que los antagonistas de los receptores CB1 la aumentan. En conjunto, estos descubrimientos sugieren que el sistema endocannabinoide contribuye a los mecanismos que subyacen a la inervación periférica de los crecimientos anormales y el dolor asociado con la endometriosis, proporcionando de ese modo un enfoque novedoso para el desarrollo de nuevos tratamientos muy necesarios.
Así pues, queda claro que la endometriosis está relacionada con la deficiencia endocannabinoide (DEC). Las mujeres con endometriosis tienen niveles más bajos de receptores CB1 en el tejido endometrial. La reducción de la función del SEC conduce al crecimiento de la endometriosis en todo el cuerpo y a sentir mayor dolor, y el dolor de la endometriosis es mediado a través del receptor CB1.
Se ha demostrado que las células endometriales humanas proliferaban (se dividían y crecían) menos cuando se las estimulaba con un cannabinoide sintético llamado WIN 55212-2. Los estudios sobre la endometriosis realizados en roedores han descubierto que los animales tenían más dolor cuando se les trataba con AM251, un fármaco que inhibe los receptores cannabinoides, y menos dolor cuando se les trataba con WIN 55212-2.
Asimismo, se han relacionado las toxinas ambientales, como la dioxina, con la deficiencia endocannabinoide  y la endometriosis. La dioxina disminuye los niveles de CB1 en el tejido endometrial. Como estamos sometidos a la contaminación en el aire, el agua, y en la alimentación no es de extrañar que tantas mujeres en los países desarrollados ahora tengan endometriosis severa. Es muy probable que, en el futuro, se relacione a más toxinas con el riesgo de endometriosis, así como con la deficiencia endocannabinoide.
Es necesario seguir investigando
Resulta imprescindible investigar más profundamente los niveles de endocannabinoides en las mujeres para poder determinar si son menores en el plasma o en las células endometriales de las mujeres con endometriosis, o para saber si los niveles de endocannabinoides cambian a lo largo del ciclo menstrual del ser humano como ocurre en los roedores. De este modo, podríamos determinar de forma precisa si las mujeres que usan terapias con cannabinoides experimentan menos dolor y la disminución del crecimiento endometrial, o si las mujeres que consumen cannabis tienen menos probabilidades de desarrollar endometriosis, como indican muchos de los estudios realizados hasta ahora.


Muchos estudios indican que la mujeres que sufren endometriosis se benefician de las terapias con cannabinoides o del consumo de cannabis (©Steven Schwartz)


Como explicábamos anteriormente, de momento resulta muy complicado diagnosticar esta enfermedad, por lo que un sencillo biomarcador (marcador biológico) de la endometriosis, como un nivel reducido de endocannabinoides en la sangre o en los tejidos endometriales, podría ahorrar millones a los sistemas de salud de todo el mundo y años de dolor innecesario a los 176 millones de mujeres que padecen esta enfermedad.
Andres

miércoles, 3 de agosto de 2016

ADENOMIOSIS


En ginecología, la adenomiosis es la presencia de tejido endometrial—la capa más interna del útero incluyendo sus glándulas—que se ha pasado hacia el miometrio—la capa muscular del útero—causando un engrosamiento uterino. La adenomiosis es un trastorno benigno es común en mujeres que han dado a luz entre las edades de 35 y 50 años de edad.2 Es capaz de producir menstruaciones dolorosas (dismenorrea) o profusas (menorragia).

CAUSAS
La causa de la adenomiosis es desconocida,1 aunque se le ha asociado con una variedad de traumas que pueden en algún momento romper la barrera entre el endometrio y el miometrio, incluyendo una cesárea, ligadura de trompas, aborto o incluso un embarazo cualquiera.
Se ha sugerido que la razón por la que la adenomiosis es más común en mujeres entre 35 y 50 años de edad está en el exceso de estrógeno presente en mujeres de esas edades. Al llegar a la edad de 35 años de edad, las mujeres típicamente cesan de crear la misma cantidad de progesterona, una hormona que se opone a las acciones anabólicas del estrógeno. Al pasar de los 50 años de edad, debido a la aparición de la menopausia, las mujeres dejan de producir tanto estrógeno.
CLASIFICACION
La adenomiosis puede presentarse en dos formas, tomando en cuenta la cantidad de tejido invadido:2
·         Adenomiosis difusa, en la que gran parte o todo el útero se ve afectado.
·     Adenomiosis focal, también llamada adenomioma, y consiste en una masa localizada dentro del miometrio.
DIAGNOSTICO
El útero puede ser visualizado, así como sus capas constituyentes, con un ultrasonido o una resonancia magnética (IRM).2 El ultrasonido transvaginal es la más efectiva y la más disponible en comparación con la IRM. Cualquier modalidad diagnóstica puede mostrar si el útero se encuentra agrandado. En el ultrasonido se verá la textura uterina de manera heterogénea sin las masas focales bien definidas que caracterizan a otros trastornos como los miomas.
La resonancia magnética provee una mejor capacidad diagnóstica por motivo de la mejor resolución y contraste en las imágenes, especialmente en la diferenciación entre una adenomiosis y un mioma fibrótico. La IRM puede también detectar la profundidad de la penetración del miometrio. Por lo general se aprecian señales disminuidas (hipointensas) en la cavidad del endometrio, especialmente en T2,2 evidenciando el engrosamiento en cuestión, por razón de la mayor cantidad de hierro en la capa muscular proveniente del depósito de sangre característico del endometrio. Un grosor del útero mayor a 10 o 12 milímetros es la lectura diagnóstica de una adenomiosis—el grosor normal es de 8 mm.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Otras razones de hemorragia uterina disfuncional incluyen:
·         pólipos endometriales
·         miomas en la submucosa
·         hiperplasia endometrial
·         cáncer de endometrio
En mujeres jóvenes, las consideraciones diagnósticas deben ser ampliadas para incluir:
·         aborto espontáneo
·         embarazo ectópico
TRATAMIENTO
Las opciones de tratamiento incluyen el uso de antiinflamatorios no esteroideos y supresión hormonal con el fin de traer alivio sintomático. Por supuesto, la histerectomía corrige el problema permanentemente al eliminar el endometrio infiltrante. Quienes creen que la causa del trastorno es un exceso de estrógeno o al menos que agrava los síntomas, recomiendan evitar productos que contengan xenoestrógenos o recomiendan el uso de suplementos naturales de progesterona. Otra posible opción es el MRgFus, por ablación del tejido controlado por resonancia magnética (temperatura y posición en tiempo real).MRgFUS. No tiene efectos secundarios.
PRONOSTICO
No se ha reportado un aumento del riesgo de aparición de cáncer asociado con adenomiosis. Debido a que el trastorno es dependiente de estrógeno, la menopausia resulta un proceso de curación natural. Las pacientes con adenomiosis con frecuencia tienen también un lehiomioma o endometriosis.

ANDRES