Comentarios de la vida

miércoles, 30 de marzo de 2016

DOLOR MENSTRUAL, INFERTILIDAD Y DOLOR EN RELACIONES SEXUALES

¿Qué enfermedad puede causar dolor menstrual, infertilidad y dificultad para concebir, dolor en las relaciones sexuales y además sangrado entre períodos? Te lo desvelamos.
La endometriosis es una enfermedad que afecta al 10% de las mujeres en su etapa fértil, siendo más alto el porcentaje de mujeres que padecen de endometriosis cunado son infértiles llegando a alcanzar hasta un 35%.
La endometriosis puede desarrollarse desde la primera menstruación sin embargo no suele diagnosticarse hasta los 25 o 35 años. Esta enfermedad también afecta a la mujer durante la etapa de la menopausia.
endometriosis
El endometrio es el tejido que reviste la capa interna del útero, y la endometriosis se genera cuando este revestimiento crece en otras áreas del cuerpo. Al crecer fuera del útero se puede ubicar en la capa muscular del útero, en las trompas y en los ovarios.
Crece formando placas y dependiendo del tamaño se le llama con diferentes nombres, cuando son pequeños reciben el nombre de implantes, cuando son mayores se les denomina nódulos y cuando llegan a formar quistes en los ovarios se le conoce como endometriomas.
Este tejido también puede adherirse a otras partes del cuerpo como, los intestinos, los ovarios, el recto, la vejiga, y la zona pélvica.
El síntoma más común para sospechar que se padece de esta enfermedad es el dolor, que suele aparecer los días antes de la menstruación y el dolor continua incluso mientras dure la menstruación.

Otros síntomas asociados a esta enfermedad

  • Menstruación abundante.
  • Coágulos en la menstruación.
  • Sangrado entre períodos.
  • Calambres menstruales muy dolorosos.
  • Dolor en el bajo vientre antes de la menstruación y durante la menstruación.
  • Dolor durante las relaciones sexuales o después de las relaciones sexuales.
  • Nauseas, vómitos.
  • Dolor intestinal.
  • Dificultad para evacuar, evacuaciones dolorosas.
  • Dolor al orinar durante la menstruación.
  • Problemas de fertilidad.
Las causas por las que esta enfermedad se produce aún no se conocen.
Tanto las investigaciones como los estudios que se han llevado a cabo acerca de esta enfermedad coinciden en resaltar que el sistema inmunitario de la mujer pudiera ser una de las causas, cuando el sistema inmunológico de la mujer no puede eliminar correctamente el flujo menstrual en la cavidad pélvica.
Además del sistema inmunitario existen otras posibles causas que pueden predisponer a sufrir de endometriosis como las que a continuación detallamos:
  • Factor hereditario (madre o hermana con endometriosis).
  • Enfermedad del sistema endocrino.
  • No haber tenido hijos.
  • Menstruaciones largas, que duran más de una semana.
  • Primera menstruación a una edad temprana.
  • Consumo de algunos medicamentos.
  • Sobrepeso.
  • Hábitos alimenticios poco saludables.
  • Consumo de elementos tóxicos.
Cómo identificar la endometriosis a partir de sus síntomas
Así como en algunas mujeres la endometriosis les produce mucho dolor, otras mujeres padecen de endometriosis sin que manifiesten síntoma alguno.
Conoce mediante que pruebas se puede detectar la endometriosis
Es importante recordar que la mujer debe hacerse una revisión ginecológica una vez al año para asegurarse de que todo va bien.
Una vez hecha la revisión y de haber sospecha que se pudiera padecer de endometriosis el médico podrá realizar las siguientes pruebas para detectar o descartar esta enfermedad.

El diagnóstico de la endometriosis

Tal y como opinan muchos especialistas médicos, el diagnóstico de la endometriosis tiende a tardar 7 años de media. En lo que al propio diagnóstico se refiere, las pruebas además de un examen físico consisten en:
  • Ecografía de abdomen.
  • Ecografía endovaginal.
  • Laparoscopia pélvica.
  • Otras técnicas diagnósticas especiales:
  • TAC,(tomografía axial computarizada).
  • RMN (resonancia magnética nuclear).
Una vez diagnosticada la enfermedad los tratamientos dependerán de la gravedad de los síntomas, así como de la edad de la mujer, de la gravedad de la endometriosis, sí se desea o no tener hijos.
En el caso de las mujeres que presentan síntomas leves por lo general el tratamiento es para calmar el dolor, sin embargo en casos más graves de endometriosis en el que sufren fuertes dolores, hay ocasiones en las que se requiere de cirugía.
Andres

viernes, 18 de marzo de 2016

MAS CASOS DE ENDOMETRIOSIS

Sigo en mi búsqueda para saber más de esta enfermedad y poder difundirlo para que los demás sepan sobre la endometriosis y copie otro caso de endometriosis en este link: http://www.endometrio.net/histerectomia-endometriosis/

Histerectomía en casos de endometriosis
¿Te sientes muy afligida por el dolor que causa la endometriosis y has decidido someterte a una histerectomía total? ¿Tienes el deseo y la esperanza de que una histerectomía pueda aliviar la endometriosis?
Antes de tomar una decisión como esa, una mujer siempre debe estar segura de todo lo que implica una cirugía de este tipo
Comencemos diciendo que una histerectomía no garantiza el alivio de los síntomas o de la endometriosis. Si la endometriosis no es eliminada completamente al mismo tiempo que se extraen el útero y los ovarios, entonces es posible que la enfermedad reaparezca después del procedimiento.
Aunque la histerectomía puede justificarse en ciertas situaciones, puede haber otras alternativas menos radicales a considerar por las mujeres con endometriosis, nunca está de más buscar una segunda opinión.
¿Qué es la histerectomía en la endometriosis?
Es la extirpación quirúrgica del útero a través de la pared abdominal o la vagina. Existen dos tipos de histerectomía, la total y la parcial.
1. Histerectomía total o completa: se extirpa todo el útero, incluyendo el cuello uterino.
2. Histerectomía parcial: se extirpa el útero pero el cuello uterino se mantiene intacto.
Cuando se extraen otros órganos durante la histerectomía, se aplican los siguientes términos:
Ooforectomía: es la eliminación de un ovario. Cuando se extirpan ambos ovarios, el procedimiento quirúrgico se llama “ooforectomía bilateral”, mientras que la eliminación de un solo ovario se llama “ooforectomía unilateral.” Cuando se extirpan ambos ovarios, la mujer experimenta la menopausia instantánea e irreversible.
Ovariosalpingectomía: es la eliminación de una trompa de Falopio y un ovario. La ovariosalpingectomía bilateral es la extirpación de ambas trompas y los dos ovarios.
Ovariectomía: es otro término para la eliminación de los ovarios, puede ser total o parcial.
Histerectomía radical: este procedimiento quirúrgico incluye la histerectomía total (extirpación del útero y cuello uterino), además de la ovariosalpingectomía bilateral (extirpación de ambas trompas de Falopio y ambos ovarios), los ganglios linfáticos adyacentes y parte de la vagina. Este tipo de histerectomía se realiza cuando está presente el cáncer.
Métodos de histerectomía
La histerectomía se realiza de tres formas diferentes:
1. Abdominal
2. Por vía vaginal
3. Laparoscopia
Histerectomía abdominal total: se realiza una incisión vertical u horizontal en la pelvis inferior y se extraen los órganos a través de la incisión. El tiempo de recuperación es generalmente más largo que con los otros métodos.
Histerectomía vaginal total: se abre la vagina y se extraen el útero y el cuello uterino a través de la abertura. Como no hay incisiones, generalmente el tiempo de recuperación es más corto.
Histerectomía vaginal asistida por laparoscopia: se trata de una histerectomía total, que combina la cirugía a través de la vagina con la laparoscopia. Al mismo tiempo el cirujano puede tratar la endometriosis a través del laparoscopio. Aunque se necesita más tiempo para llevar a cabo este procedimiento, en general se necesita una estancia hospitalaria y tiempo de recuperación menor.
Histerectomía supracervical laparoscópica: se trata de una histerectomía parcial (se mantiene el cuello uterino) realizada completamente a través del laparoscopio. Algunas de sus ventajas incluyen estancias hospitalarias y  tiempos de recuperación más cortos, se conservan las estructuras de soporte de la pelvis y no queda ninguna incisión en el extremo de la vagina, algo que puede causar dolor durante el coito.
Histerectomía supravaginal: es cuando la histerectomía parcial se realiza completamente a través de la vagina.

Andres

jueves, 10 de marzo de 2016

ENDOMETRIOSIS Y TOXICOS

El número de mujeres que se estima que pueden tener endometriosis oscila entre el 10 y el 15% de las que se encuentran en edad reproductiva. Estamos, pues, ante un problema de salud que tiene una muy notable incidencia (y eso que es probable que en muchos casos se esté dando una subestimación por una serie de razones ).
 El problema, en este caso en la pared abdominal
Los síntomas asociados a la endometriosis pueden ser muy diversos y van desde los fuertes dolores en la  parte inferior del abdomen (que es el síntoma más frecuente), especialmente intensos antes y durante los periodos menstruales, a la fatiga o los problemas de la vejiga, intestinales o inmunológicos (como las alergias, eczemas, intolerancias alimentarias,...), por ejemplo. No debe tampoco pasarse por alto que una de las consecuencias más serias de esta enfermedad es su vinculación con la  infertilidad femenina.  Entre un 30 y un 50%  de las mujeres con problemas de fertilidad tienen endometriosis, según las fuentes consultadas.
Una de sus consecuencias más radicales es que muchas veces fuerza a la realización de una histerectomía, privando a las mujeres de uno de sus más sagrados órganos. Miles de mujeres se ven forzadas a ello cada año.
Además, como suele acontecer con otras enfermedades para las que, como sucede con esta, existen más que probables vínculos ambientales (y parece que con un muy escaso peso de lo genético), la incidencia de la endometriosis parece estar creciendo. Antes de 1921 solo se habían publicado 20 informes sobre esta enfermedad en la literatura científica mundial y, al margen de la imperfección de los datos que pudieran existir hace tiempo, parece evidente que la enfermedad ha crecido de forma muy considerable desde la Segunda Guerra Mundial (cuando, por cierto, comenzó de veras la expansión de la industria química planetaria).
La enfermedad se produce cuando, por una serie de razones, tejido del tipo del que únicamente debiera encontrarse recubriendo el interior del útero, crece fuera del lugar en el que naturalmente debiera encontrarse. Por ejemplo, en el exterior del útero, en los ovarios, en las trompas de Falopio, en la vejiga, en los intestinos,... o incluso en zonas más distantes como pueda ser un brazo o los pulmones. En el útero ese tejido acabará siendo expulsado con la menstruación, pero fuera de su sitio esa opción no existe y se generan una serie de problemas.
Siempre es complejo establecer una causa para muchas enfermedades. Muchas dolencias no tienen una sola causa. Pero es evidente que, sola o en compañía de otras causas, según un creciente número de estudios científicos que se están realizando, la presencia de una serie de sustancias químicas que pueden tener serios efectos de alteración del equilibrio hormonal de los cuerpos femeninos, puede estar desempeñando un importante papel en el inicio y en el posterior desarrollo de la enfermedad.
Es un hecho científicamente constatado que en los cuerpos de los hombres y mujeres de los países occidentales existe un vasto número de sustancias químicas contaminantes que no existían en nuestros organismos hace tan sólo unas décadas. Y cada vez más estudios no sólo confirman ese hecho sino que establecen que esas sustancias, a los niveles "bajos" de concentración a los que normalmente son detectados en buena parte de la población, pueden tener notables efectos biológicos, causando una serie de desarreglos. Ello se ha visto para muchas enfermedades. Y la endometriosis no tiene por qué ser una excepción, máxime cuando muchos de los contaminantes referidos tienen la cualidad de ser alteradores del equilibrio hormonal, y la endometriosis en una enfermedad en la que un incorrecto funcionamiento de los sistemas inmune y endocrino parecen tener mucho que ver.
Existen diversas teorías acerca de la mecánica de la endometriosis. Una, por ejemplo, postula que las células del endometrio migrarían fuera de ése órgano a través de diversas posibles vías. Otra, conscientes de que las células del endometrio y las células que revisten el peritoneo (fuera del útero) proceden de las mismas células precursoras durante el desarrollo embrionario, postula que una alteración de las células precursoras en etapas muy tempranas puede hacer que haya fuera del útero células que han evolucionado de una forma inadecuada y que luego se comportan como las del endometrio respondiendo a los mismos estímulos hormonales. Pero ninguna de estas tesis cierra precisamente la puerta a que , en cualquiera de los casos, un desarreglo de las señales químicas pudiera favorecer lo que sucede.  Máxime si tenemos en cuenta que, como ya se ha dicho, muchos contaminantes tienen efectos de alteración hormonal. Sabiendo el papel de los estrógenos en la endometriosis no es tan difícil comprender lo que puede representar el que nuestros cuerpos estén llenos de sustancias artificiales , unas en una concentración, otras en otra que , por ejemplo, puedan tener efectos estrogénicos o anti-estrogénicos, según las sustancias o los casos.
Tampoco el incorrecto funcionamiento del sistema inmune contribuye a alejar la sospecha de la influencia de las sustancias contaminantes, ya que se sabe perfectamente que uno de los principales efectos de estas sustancias, en algún caso de las mismas que diversos estudios han asociado a la endometriosis es, precisamente, el de dañar el sistema inmunológico de un modo u otro.
Pero al margen de las especulaciones que pudieran hacerse con más o menos base hay una serie de hechos claros y demostrados que pasamos a comentar.
Diversos estudios científicos han establecido una asociación, en algunos casos muy fuerte, entre la presencia de una serie de sustancias tóxicas muy frecuentes en el mundo industrializado, y la endometriosis. Tan frecuente es la presencia de estas sustancias contaminantes en los organismos de las personas que puede afirmarse que prácticamente nadie se libra de tenerlas en sus cuerpos.
Entre estas sustancias cabe destacar las dioxinas, los furanos y los PCB,s o policlorobifenilos. Las dioxinas, por ejemplo, son sustancias cancerígenas que actúan como alteradoras del equilibrio hormonal y que son liberadas , entre otras cosas, cuando se incineran plásticos de algunos tipos. También determinadas industrias las emiten o vierten a la atmósfera, aguas o suelos (por ejemplo algunas fabricantes de plásticos, cementeras o papeleras) . Son muy persistentes en el medio y se acumulan en los seres vivos, llegando a los seres humanos en especial a través de la dieta.
los PCBs son un grupo muy amplio de sustancias -más de 200- que se usaron muy ampliamente como refrigerantes en transformadores eléctricos, lubricantes, fluidos hidráulicos, aceites aislantes, productos ignífugos para maderas, pinturas,... Son sustancias altamente persistentes y bioacumulativas por lo que, a pesar de haberse prohibido en muchos países, siguen presentes en los seres vivos. De modo que hoy en día, probablemente,  la mayor vía de exposición humana a estos productos químicos sea a través de la alimentación. Entre los PCBs hay sustancias que son neurotóxicas, anti-tiroideas e inmunotóxicas, sobre todo cuando la exposición se da en el periodo embrionario.
Muchos de estos tóxicos pueden llegar a nosotros a través de los más diversos productos contaminados (pescado, carne, leche,...) y se sabe que pueden causar efectos a niveles muy bajos de concentración. Un consejo muy general que podría darse en aras de la prevención es evitar la ingesta excesiva de grasas animales ya que este tipo de tóxicos suelen acumularse en el tejido graso. En cualquier caso, como antes se decía, casi todo el mundo tiene presencia de estos contaminantes en sus cuerpos.
Se han realizado las más diversas investigaciones que muestran que estas sustancias pueden contribuir al desarrollo de la endometriosis, tanto en animales como en personas.
En 1993, un estudio  constató que un grupo de macacos a los que se había alimentado unos años con una dieta contaminada con niveles bajos de dioxinas mostraba una muy fuerte incidencia de la enfermedad, de más del doble de las que no habían recibido esa alimentación  ( Rier S. et al. 1993. Endometriosis in Rhesus monkeys (Macaca mulatta) following chronic exposure to 2,3,7,8-tetrachlorodibenzo-p-dioxin. Fundams Appl Toxicology 21: 433-441 ). El estudio se prolongó en otro, años después, que mostró que la endometriosis también tenía una mayor incidencia entre aquellos animales que habían tenido una mayor exposición a PCBs afines a las dioxinas ( Rier S. et al. 2001.Serum levels of TCDD and dioxin-like chemicals in Rhesus monkeys chronically exposed to dioxin: correlation of increased serum PCB levels with endometriosis. Toxicol Sciences 59: 147-159 )- Conviene resaltar que los niveles de contaminantes en los monos aludidos son semejantes a los que se encuentran en personas.
Se realizaron además más experimentos complementarios que constataron como la dioxina favorecía el crecimiento de células endometriales fuera del útero en roedores o  monos  y diversos factores que podían influir (como los que se analizan en el artículo "Dioxinas y endometriosis: una hipótesis plausible" , publicado en enero de 2002 en la revista Environmental Health Perspectives).
 Resultados semejantes a los obtenidos en animales se han visto en las mujeres. Por ejemplo, un estudio realizado sobre mujeres que estuvieron expuestas a la contaminación por dioxinas del famoso accidente industrial de Seveso, en Italia, tenían el doble de incidencia de endometriosis que las que no tuvieron ese nivel de exposición. Un estudio  israelita mostraba que las mujeres con endometriosis tenían una mucho mayor probabilidad de tener niveles detectables de dioxinas ( "Dioxin concentrations in women with endometriosis". Human Reproduction (12) 1997) )
Teniendo en cuenta la amplia exposición a las dioxinas en el mundo actual, es probable que en aras de la prevención del inicio de la enfermedad así como del afán de reducir su expresión una vez iniciada, debiera hacerse lo posible por reducir la exposición de las mujeres a estos contaminantes. Las dioxinas son además un grupo de sustancias que han sido ligadas, en mayor o menor medida, como en parte ya se ha dicho, a otros diversos problemas de salud que van desde la supresión del sistema inmune al linfoma no hodkiniano, pasando por el sarcoma de los tejidos blandos, hepatitis, alteración de los ratios sexuales, diabetes, cáncer de mama, problemas tiroideos, baja fertilidad, y una larga lista.
Sobre los PCBs y su asociación con la enfermedad se han publicado artículos muy contundentes. Uno de los más claros fue el  publicado en la revista Human Reproduction ,  que mostraba unos incrementos de riesgo realmente muy considerables , del orden de varias veces superiores, en función de si las mujeres tenian en sus cuerpos una determinada presencia de algunas de estas sustancias
Hay otros estudios que ligan la endometriosis con otros determinados contaminantes con efectos semejantes a los de los estrógenos . Por ejemplo , el cloro difenil éter o   el pesticida metoxicloro que se ha visto que favorece el crecimiento de las células de endometriosis en roedores  .
Pero lo cierto es que los contaminantes que pueden tener efectos más o menos semejantes son muchos y con frecuencia se encuentran en los cuerpos de la mayoría de las mujeres occidentales formando complejos "cócteles" químicos. Son alquilfenoles presentes en detergentes, pesticidas que han sido ampliamente usados en España como el endosulfán, componentes de plástico y resinas epoxi como el famoso bisfenol A,... y otras muchas sustancias, cuya posible contribución a la endometriosis debiera ser profundamente estudiada (para determinar si existen las  asociaciones que se han encontrado en otros compuestos).
Uno de esos tipos de sustancias ampliamente utilizadas y presentes en innnumerables productos de uso cotidiano y , como no, detectados en la sangre de la mayor parte de los occidentales, son los ftalatos.
Sobre los ftalatos y la endometriosis se ha realizado algún estudio científico, encontrando una asociación entre la presencia de estas sustancias y la enfermedad ( Corbellis L et al (2003) High plasma concentrations of di-(2-ethyl-hexul)-phtalate in women with endometriosis.Hum Reproduction; 18 (7): 512-519  ). Sobre ftalatos y sus efectos en general les recomiendo consultar este artículo en este mismo espacio en la red, para que se percaten de lo amplia que es la exposción a estas sustancias.
Resultan curiosos algunos datos, como los que asocian una ligera mayor incidencia de la enfermedad a un comienzo temprano de la edad de la menstruación, si tenemos en cuenta que existen diversos indicios que ligarían en algún caso tales signos de adelanto con la exposición a diversas sustancias como los ftalatos.
 Además, las mujeres con Endometriosis tienen un mayor riesgo de padecer otros problemas que , en mayor o menor medida, también han sido asociados por su parte a la exposición a una serie de sustancias contaminantes. Ya aludimos antes al mayor riesgo de infertilidad, por ejemplo. La infertilidad femenina ha sido ligada por innumerables estudios científicos a diversos contaminantes hormonales, éteres de glicol, compuestos perfluorados, pesticidas, PCBs,... y muchas otras sustancias. También otros problemas para los que las afectadas por endometriosis tienen un mayor riesgo, tales como el cáncer de ovariocáncer de mama , el melanoma o el linfoma no-hodkiniano, han sido cada uno por su cuenta, asociados a la exposición a los más diversos contaminantes. Lo mismo sucede con otros problemas a los que las afectadas de endometriosis serían más propensas que van desde el asma, a las sensibilidades químicas, pasando por las enfermedades auto-inmunes. Todas estas cosas, curiosamente, pueden tener el denominador común de la exposicíón a sustancias químicas tóxicas.
Además de los contaminantes químicos, hay otros contaminantes que han sido asociados a la endometriosis. Por ejemplo, las radiaciones. También fueron los sufridos macacos los que hubieron de padecer las consecuencias que deberían servir, pero que probablemente no  han servido debidamente hasta ahora, para advertir a las mujeres sobre los riesgos ambientales asociados a su enfermedad. Los experimentos realizados mostraron como la exposición a radiaciones incrementaba dramáticamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad .
En resumen, por lo que se sabe, es probable que tanto para prevenir la enfermedad, como para propiciar la mejoría de las mujeres que ya la tienen, y atendiendo a un principio de precaución inexcusable, se proceda a timar todas las medidas de concienciación, investigación, legislación, etc. que redunden en garantizar la reducción de la exposición de la población femenina a una serie de contaminantes.

Andres