Comentarios de la vida

martes, 24 de febrero de 2015

ENDOMETRIOSIS DE PARED ABDOMINAL - PRESENTACION DE UN CASO

Bueno prosiguiendo con mi trabajo de información sobre esta enfermedad y buscando en internet  encontré un caso de Endometriosis en la pared abdominal y este es su link:    http://scielo.iics.una.py/pdf/anales/v42n2/v42n2a08.pdf

INTRODUCCIÓN

La endometriosis es definida como la presencia de tejido endometrial, en sitios distantes al útero (1). En condiciones normales sólo debe encontrarse endometrio en el útero, siendo su finalidad prepararse para recibir al óvulo fecundado y proseguir el embarazo (2).

Afecta a mujeres en edad fértil, con una edad promedio de 33,2 años (3,4). Puede ser intra o extrapelviana, siendo ésta última menos frecuente (5). 

La primera descripción de la endometriosis cutánea fue hecha por Von Recklinghausen en 1885. Villar en 1886 realizó la primera descripción de la enfermedad a nivel umbilical (6).

La endometriosis puede ubicarse en cualquier sitio fuera de la pelvis, incluso en los pulmones donde puede manifestarse con hemoptisis con cada ciclo menstrual (7). Su presencia a nivel de la pared abdominal se relaciona frecuentemente con las cirugías ginecológicas y obstétricas, y se manifiestan como una masa próxima a la cicatriz quirúrgica, dolorosa generalmente con los esfuerzos o en relación con el periodo menstrual, y que puede aumentar de manera intermitente de tamaño, también en relación con el ciclo. Estas características clínicas permiten orientar el diagnóstico (8). El estudio citológico a través del material obtenido por la punción con aguja fina (PAAF) permite el diagnóstico de certeza en el preoperatorio (9). Los estudios complementarios como la ecografía y la tomografía computada (TC) pueden determinar la extensión del proceso, y ayudar con el diagnóstico diferencial con otros procesos patológicos de la pared (10,11) ayudando a planificar la cirugía que es el único tratamiento efectivo conocido (12).

El pronóstico es favorable y la curación es la regla, aunque existe la posibilidad de malignización, por lo que el estudio anatomopatológico de la pieza es necesario (13).

PRESENTACIÓN DEL CASO

Paciente de 27 años de edad, sin antecedentes patológicos relevantes, ni hábitos ecotóxicos, con dos gestaciones previas, culminadas con cesáreas, la última hace 5 años. Desde hace 3 años nota un pequeño tumor a nivel del extremo izquierdo de la cicatriz de Pfannenstiel (Figura 1), que aumenta discretamente de tamaño y se hace doloroso coincidentemente con cada ciclo menstrual. A la palpación se constata un tumor a nivel de la pared abdominal anterior, sobre el recto anterior izquierdo de 4 cm. de diámetro poco móvil, doloroso, que no desaparece con la contracción de los músculos abdominales.

Se realiza una ecografía que muestra una imagen sólida, isoecogénica, mal delimitada, a nivel de la pared. La Tomografía computada (TC) muestra una masa ubicada a nivel del recto anterior izquierdo, que no compromete el espesor total del músculo, menos la cavidad (Figura 2). El laboratorio no se aparta de lo fisiológicamente normal.

Es intervenida quirúrgicamente con diagnóstico presuntivo de Endometriosis secundaria de pared abdominal, realizándosele una excéresis amplia, con resección muscular hasta la vaina posterior, reconstruyéndose con malla de prolene (Figura 3). Buena evolución postoperatoria, lo que posibilita sea incluida dentro del programa de Cirugía Mayor Ambulatoria.

El informe anatomopatológico de la pieza (Figura 4), confirma el diagnóstico de Endometriosis.

DISCUSIÓN

La endometriosis es la presencia de tejido endometrial, tanto estromal como glandular, fuera de la cavidad uterina. Afecta a mujeres en edad reproductiva, limitando su fertilidad, pudiendo ocasionar daños en su salud, aunque raramente pone en peligro la vida (1,4).Afecta entre el 7 y el 15 % de las mujeres en edad fértil (14). A nivel de la pared abdominal su frecuencia es mucho más baja, apareciendo entre el 0,03 al 0,47 % de las cicatrices por cesáreas. En el caso de las histerectomías obstétricas, su aparición depende de las semanas de gestación, puesto que la incidencia en el 2º trimestre es del 0,8 % mientras que en las semanas finales es sólo del 0,03 %. Esto se debería a que la decidua temprana tiene capacidad pluripotencial, permitiendo la replicación celular. Es raro el desarrollo de la enfermedad en la menopausia, pudiendo manifestares posterior al uso de la terapia de reemplazo hormonal, lo que activaría antiguos implantes (15).

La localización extrapelviana es de muy baja frecuencia, y teóricamente puede afectar cualquier órgano de la economía, independientemente de la presencia de una endometriosis pélvica. Debido a la amplia variedad de síntomas y signos que la acompañan hace muy difícil sospechar el diagnóstico en la mayoría de los casos, dependiendo éste de su localización (6).

Markham y cols. (16) clasificaron la endometriosis extrapélvica según su localización en cuatro tipos: 1) Gastrointestinal, 2) Del tracto urinario, 3) Torácico y 4) De otros sitios: Entre éstos se sitúan los implantes de la pared abdominal. Sobre todo se observan en cicatrices de cirugías obstétricas o ginecológicas. La incidencia en cicatriz de cesárea (mediana o Pfannenstiel) es del 0,03 al 1,7 % (17). Estas serían las denominadas secundarias. En tanto que las primarias aparecen sin el antecedente de estas cirugías, teniendo amplia prevalencia en la región umbilical (6).

Se desarrollaron teorías que tratan de explicar el origen de esta patología (1,18,19,21,22): a) El desarrollo de un tumor endometriósico en la pared podría deberse a la implantación de tejido endometrial, con el desarrollo tumoral posterior, este sería el camino para explicar los casos que ocurren después de una cirugía de cesárea, b) La teoría de la transformación metaplasica, debido a algún factor externo de carácter irritativo, c) Otro mecanismo sería la migración por los vasos sanguíneos o linfáticos. Esta sería la explicación para las localizaciones extrapelvianas alejadas y también para las localizadas en la pared abdominal de origen primaria, d) Otras teorías como la mutacional o genética también tratan de determinar el origen de esta oscura enfermedad.

Clínicamente se manifiesta por tumor a nivel de la pared abdominal, con aumentos cíclicos de tamaño coincidiendo con el periodo menstrual. Dolor localizado, cíclico o no cíclico también en coincidencia con los ritmos menstruales. En caso de una endometriosis de pared secundaria, estas manifestaciones se encuentran a nivel o próximas a una cicatriz operatoria (23,24). Nuestra paciente presentaba esta clínica, lo que permitió llegar a un diagnóstico semiológico en el preoperatorio.

El intervalo entre la última cirugía y la presentación de la patología es en promedio de 2 a 6 años (4). Este detalle también está presente en nuestro caso, pues los síntomas comenzaron 2 años después de su última cirugía obstétrica.

El laboratorio no muestra datos de interés. La ecografía muestra masas sólidas, quísticas o mixtas, de contornos definidos. De preferencia debe realizarse durante el periodo menstrual. La maniobra de Valsalva puede ser ayuda, para diferenciarlo de una hernia. Se observa casi siempre como una zona hipoecoica heterogénea, con ecos hiperecoicos interpuestos, bordes irregulares, especulados debido a la infiltración de los tejidos y un halo hiperecoico circundante. El ecodoppler color logra identificar un pedículo vascular en gran parte de los casos y vascularidad intralesional en endometriomas mayores de 3 cm de diámetro (10,11,13,25,26). La TC muestra el compromiso de los rectos anteriores, y el compromiso de otras estructuras intra o extraabdominales, pero no ayuda a aclarar el diagnóstico (27,28). La resonancia nuclear magnética no ha demostrado ser superior a los estudios antes citados (29). En nuestro caso, estos estudios demostraron la presencia de una masa a nivel de la pared abdominal, mostrando el compromiso muscular y la ausencia de otras lesiones intraabdominales.

Entre los diagnósticos diferenciales a tener en cuenta se encuentran: granulomas por cuerpo extraño (sutura), lipomas, quistes epidérmicos, hernias, neuromas, hematomas, tumores anexiales sudoríparos, hemangiomas, onfalitis, granuloma piógeno, sarcomas, metástasis (nódulo de la hermana María José), melanomas, etc. (6,30,31).

La Punción aspiración con aguja fina (PAAF), con o sin guía ecográfica es un buen método para llegar al diagnóstico en el preoperatorio, a través del estudio citológico del material obtenido (9,32,33).

Si bien están descriptos varias drogas para el tratamiento médico de ésta patología, ésta sólo aporta un alivio transitorio de los síntomas y la recurrencia es la regla al suspender la terapia (1,2,7,34,35), por lo que el tratamiento de elección es el quirúrgico y consiste en la exéresis amplia de la lesión, con un margen de tejido sano de por lo menos 1 cm., con lo que disminuye el índice de recidivas. La reconstrucción del defecto en la pared, puede requerir el uso de material protésico (3,4,5,13,36).

Nosotros utilizamos una plancha de malla de prolene para tal efecto.

El pronóstico es bueno, aunque están descriptos casos de malignización, sobre todo se da a nivel del tabique recto vaginal (13,37,38,39).

CONCLUSIONES

La endometriosis de pared abdominal, es un padecimiento de difícil diagnóstico debido a su baja frecuencia y a la gran variedad de diagnósticos diferenciales. La triada diagnóstica formada por la presencia de una masa a nivel de la pared abdominal, próxima a una cicatriz operatoria, y con dolor cíclico es característica de la afección. Los estudios por imágenes no son específicos, pero ayudan a determinar el compromiso de la pared y a planificar la cirugía, que es el tratamiento de elección y que consiste en una exéresis amplia con margen de seguridad de por lo menos 1 cm., con lo que disminuye el  riesgo de recidiva. El pronóstico es bueno.


Andres

domingo, 15 de febrero de 2015

MITOS E IDEAS FALSAS EN LA ENDOMETRIOSIS

Nuevamente con ustedes para seguir informando sobre la endometriosis y compartir de lo que encuentro en internet y en mi facebook y justamente encontré algo interesante que lo copie de este link:                   http://www.viveplena.com/index.php? option=com_content&view=article&id=83%3Amitos-e-ideas-falsas-en-la-endometriosis&catid=2%3Aseccespecialista&Itemid=6
Las cuestiones de género y de la compleja naturaleza de la endometriosis han dado lugar a la creación de una variedad de mitos y conceptos erróneos acerca de la condición. Este artículo pone de relieve algunos de los más comunes y da algunas ideas en sus orígenes.
Período de dolor es normal
Aunque las actitudes hacia las mujeres mejoraron durante el siglo XX, algunas de las antiguas creencias todavía persisten inconscientemente, y afectan a los médicos las actitudes de la profesión hacia las denuncias de la mujer, incluido su período de dolor.
Como resultado de ello, al mismo tiempo que buscan ayuda para su período de dolor, muchas mujeres con endometriosis se les dice que su (grave) período de dolor es 'normal','parte de ser una mujer', o 'que está en su cabeza’. Otros han dicho que tienen ‘un bajo umbral de dolor', o son "insuficientes psicológicamente”.
Muchas mujeres y niñas de experimentan dolor en el momento de su período. Sin embargo, un dolor que interfiere con la vida cotidiana no es normal, y es a menudo debido a la presencia de una condición subyacente, como la endometriosis. Cualquier niña o mujer con severo dolor período deben ser investigadas para determinar la causa de su dolor.
Demasiado joven para tener la endometriosis
Muchos médicos todavía creen que la endometriosis es muy poco    frecuente en adolescentes y mujeres jóvenes. En consecuencia, no se considera factible un diagnóstico de endometriosis cuando se quejan de síntomas como períodos muy dolorosos, dolor pélvico y coito doloroso.
Lamentablemente, esta creencia es un remanente de épocas anteriores. Antes de la introducción de la laparoscopia en el decenio de 1970, la endometriosis podía ser diagnosticada sólo durante una laparotomía, cirugía mayor con participación de una incisión en el abdomen de 10-15 cm. Por los riesgos y los costos de una laparotomía, se solían practicar sólo como un último recurso en las mujeres con los síntomas más graves. Como sólo mujeres de 30 o 40 años eran operadas, la enfermedad sólo se encontraba en las mujeres de esa edad.
Fue sólo con la introducción de la laparoscopia en las décadas de 1970 y 80 que comenzó el diagnóstico de la enfermedad, en mujeres a finales de sus 20 y principios de los 30s, el grupo de edad objeto de la investigación. Por lo tanto, se revisó el típico rango de edad para la endometriosis dentro de este periodo.
La idea de que la endometriosis se puede encontrar en adolescentes y mujeres jóvenes se produjo como resultado de la investigación realizada por el Consejo Nacional de Endometriosis y sus grupos de apoyo. Todos los grupos de Estados Unidos, Reino Unido y Australia llevaron a cabo encuestas a sus miembros a mediados de 1980. Las encuestas preguntaban qué habían experimentado en sus primeros síntomas de endometriosis y cuando se les había diagnosticado. El estudio realizado por nuestra Asociación, si bien puso en manifiesto que casi el 60% de las mujeres habían sido diagnosticadas entre los 25 y 35 años, el 43% habían experimentado sus primeros síntomas en la adolescencia.
Afortunadamente, los resultados de la investigación llamaron la atención de algunos eminentes ginecólogos en la década de 1990. El Dr. Marc Laufer del Children's Hospital de Boston, realizó estudios en adolescentes con dolor pélvico crónico. Uno de esos estudios mostró que las adolescentes cuyo dolor pélvico crónico no era aliviado por una píldora anticonceptiva oral y un anti-inflamatorio, como Ponstan, había una alta prevalencia de la endometriosis, tan alto como 70%. Del mismo modo, un equipo dirigido por el doctor David Barlow y el Dr. Stephen Kennedy de la Universidad de Oxford, Inglaterra, llevó a cabo un estudio de diagnóstico de la mujer en los Estados Unidos y Reino Unido. Se encontró que la media fue de 22 años, de entre un rango de 10-46 años.
Así, queda comprobado que las adolescentes y las mujeres jóvenes en sus primeros 20 años, en realidad no son demasiado jóvenes como para tener endometriosis.
Tratamientos hormonales para tratar la condición
Las drogas de síntesis hormonal como las píldoras Provera, Danazol y Zoladex se han utilizado durante muchos años para tratar la endometriosis. Sin embargo, recientemente, se vuelto cada vez más evidente que estos tratamientos hormonales no tienen ningún efecto a largo plazo sobre la propia enfermedad. Reprimen (calman) los síntomas, pero sólo mientras estos medicamentos se están tomando. Una vez que el uso de estas se suspende, los síntomas vuelven.
Esto significa que los tratamientos hormonales no tienen un papel en el tratamiento para erradicar la endometriosis. Si la erradicación de la enfermedad se desea, la cirugía realizada por un ginecólogo con amplios conocimientos especializados y experiencia en las técnicas utilizadas para la endometriosis, es el único tratamiento médico eficaz.
También significa que los tratamientos hormonales no deben ser utilizados para mejorar las posibilidades de concebir. No sólo no tienen ningún efecto sobre la enfermedad en sí, sino que también reducen el tiempo disponible para concebir, porque la concepción no es posible mientras se toman las píldoras. Si el tratamiento es necesario, la cirugía por un ginecólogo especialista es imprescindible.
¿El embarazo cura la endometriosis?
Afortunadamente, el mito de que el embarazo cura la endometriosis está desapareciendo lentamente. Sin embargo, ¡no lo suficientemente rápido! La realidad es que el embarazo -como los tratamientos hormonales en pastillas- generalmente suprime los síntomas de la endometriosis, pero no erradica la enfermedad en sí. Por lo tanto, los síntomas se repiten después del nacimiento del niño. La mayoría de las mujeres pueden retrasar el regreso de los síntomas por medio de la lactancia materna, pero sólo mientras la lactancia sea lo suficientemente frecuente e intensa para suprimir el ciclo menstrual.
La endometriosis invariablemente causa infertilidad
Demasiadas mujeres jóvenes tienen la impresión de que tener endometriosis significa que invariablemente serán infértiles. La Asociación ha tratado poco a poco de desmitificar y tranquilizar a las mujeres jóvenes que han recibido esta impresión por sus médicos. A algunas adolescentes, desde la edad de 18 años les han dicho "Ve a buscar a un marido y tener hijos tan pronto como sea posible, porque si no lo haces ahora, nunca los tendrás”.
Lamentablemente, no existen estadísticas fiables que indiquen qué porcentaje de las mujeres con endometriosis no tendrán problemas para tener hijos, o tendrán dificultades para tenerlos. Por lo tanto, es imposible dar a la mujer una indicación fiable de sus posibilidades de tener problemas de fertilidad. Sin embargo, en general, se cree que la probabilidad de problemas de fertilidad aumenta con la gravedad de la enfermedad.
Muchas mujeres con endometriosis no van a tener hijos. Ginecólogos en general creen que el 60-70% de las mujeres con endometriosis son fértiles. Además, afirman que alrededor de la mitad de las mujeres que tienen dificultades para concebir finalmente lo hacen con o sin tratamiento.
La afirmación de que la cicatrización de las trompas de Falopio por la endometriosis es una causa común de infertilidad aparece cada vez con más frecuencia en las publicaciones. Los autores de este tipo de publicaciones suelen ser las personas que tienen muy poco entendimiento de la condición.
Son confusas las causas de la endometriosis asociada a la infertilidad. La realidad es que los implantes de endometrio rara vez se encuentran en las trompas de Falopio. Por lo tanto, la endometriosis no suele causar cicatrización de las mismas o infertilidad debido a la cicatrización de las trompas.
Los mecanismos para resolver las causas de infertilidad relacionadas con la endometriosis son aún desconocidas en gran medida, a pesar de los años de investigación. Podrán pasar años o incluso décadas antes que los enigmas de la infertilidad por endometriosis se resuelvan.

Andres

domingo, 8 de febrero de 2015

ENDOMETRIOSIS V

Nuevamente con ustedes para seguir informándoles sobre esta enfermedad aquí les dejo la continuación.

Endometriosis e infertilidad

La infertilidad es un problema que muchas mujeres padecen. Una de las causas de la infertilidad es la endometriosis, una enfermedad que afecta a millones de mujeres. Esta enfermedad aparece cuando el tejido, similar a la que se pueden encontrar en el interior del útero, se desarrolla en otras partes del cuerpo.

La endometriosis puede ser diagnosticada en cuatro tipos que van desde leves a graves. 

Las mujeres con endometriosis leve son generalmente fértiles, pero la enfermedad provoca una distorsión anatómica, especialmente en sus etapas más graves. 

Esta distorsión puede causar la infertilidad.

La teoría más reciente dice que las mujeres con problemas de infertilidad por endometriosis están relacionadas con una enzima que impide al embrión que se adhiera a la pared uterina, lo que sucede en un embarazo normal. Los médicos tienen diferentes opiniones sobre la relación entre endometriosis e infertilidad. Algunas teorías aseguran que la causa de la infertilidad es por la aparición de alteraciones hormonales, anatomía distorsionada y alteración del entorno bioquímico pélvico, lo que interfiere con la función del esperma, o influye en el sistema inmunológico.

En conclusión, la infertilidad es una de las consecuencias más devastadoras de la endometriosis. Además de la infertilidad, el dolor pélvico se asocia con esta enfermedad.

Sin embargo, una mujer que sufre de infertilidad causada por endometriosis a veces puede llegar a tener hijos. Existen tratamientos para la endometriosis, incluyendo las terapias naturales para reequilibrar las hormonas, el cambio de la dieta para conseguir la mejor salud posible, y la cirugía para corregir el daño producido en los órganos reproductivos. La fertilización in vitro (FIV) es otra solución que puede ser analizada.

Andres


sábado, 7 de febrero de 2015

ENDOMETRIOSIS IV

Continuando con esta campaña de información sobre esta enfermedad aquí les dejo otro artículo que lo saque de internet y aquí les dejo el link:

Quistes en los ovarios y endometriosis

Los quistes ováricos son bolsitas llenas de líquido similares a las ampollas que se encuentran dentro o en la superficie de un ovario.

Muchas mujeres los desarrollan durante sus años de fecundidad, y la mayoría de las mujeres tendrán al menos uno durante su vida. Aunque la mayoría de los quistes ováricos son inofensivos y presentan poca o ninguna molestia, pueden producir síntomas que incluso pueden ser mortales, especialmente si el quiste se revienta.

A menudo, las mujeres no sienten ningún síntoma de tener quistes en los ovarios, pero en algunos casos pueden tener síntomas similares al cáncer de ovario, endometriosis, embarazo ectópico, apendicitis.

Síntomas de quistes en los ovarios

Algunos de los síntomas de quistes ováricos son:
·         Menstruaciones irregulares
·         Dolor pélvico (durante o antes de los períodos, durante las relaciones sexuales o constante dolor que se irradia a la espalda y los muslos)
  • Náuseas
  • Sensibilidad en los senos
  • Vómitos
  • Presión sobre la vejiga o el recto.
Tipos de quistes en los ovarios

Hay tres tipos de quistes en los ovarios
  •  Los quistes ováricos foliculares o funcionales
  •  Quistes del cuerpo lúteo del ovario
  •  Quistes de chocolate (endometrioma)

La endometriosis puede causar quistes ováricos complejos (endometriomas), comúnmente llamados quistes de chocolate (porque están llenos de un material de color chocolate espeso) que suelen ser de un tamaño entre 0,4 pulgadas (1,02 cm) y 4 pulgadas (10,16 cm).

El 60% de las mujeres con endometriosis ovárica suele tener este problema. Se forman pequeños quistes fuera del ovario que se van agrandando y producen la endometriosis en el ovario. La estimulación de las hormonas durante el ciclo menstrual produce muchos pequeños quistes que con el tiempo pueden ocupar el tejido ovárico normal. Se pueden romper y, finalmente, dar lugar a un dolor pélvico severo.

Los quistes de chocolate y cualquier otro tipo de quistes pueden ser peligrosos, por lo que es importante ponerse en contacto con un médico o profesional de la salud tan pronto como sea posible si aparece uno de los síntomas más graves.

Siempre es aconsejable realizarse algún tipo de chequeo de vez en cuando.



Andres