Comentarios de la vida

miércoles, 25 de noviembre de 2015

OPCIONES PARA LA TERAPIA HORMONAL PARA EL TRATAMIENTO DE ENDOMETRIOSIS

Tal vez ya conozcas los diferentes métodos disponibles para tratar la endometriosis. Estas opciones son basadas en investigaciones científicas y en el hecho de que hasta ahora no existe una cura para la endometriosis. Por lo tanto, el tratamiento está dirigido al control del dolor y a prevenir que la endometriosis empeore. Esta guía fue creada para ayudarte a entender las diferentes opciones médicas para el tratamiento de esta enfermedad, y los beneficios y efectos secundarios más comunes. Debido a que la mayoría de las pastillas anticonceptivas también son medicamentos hormonales, es posible que ya conozcas algunas de las medicinas mencionadas en esta guía. Esperamos que la siguiente información te ayude a tomar buenas decisiones sobre tu tratamiento. Como con todas las medicinas hormonales, si tienes ciertas condiciones médicas como la tendencia a coágulos sanguíneos, la terapia hormonal puede que no sea una opción para ti. Asegúrate de consultar con tu médico si tienes alguna preocupación.
Combinación de estrógeno y progestágeno: Terapia hormonal
Pastillas anticonceptivas orales (PAO)
Las pastillas anticonceptivas o “la píldora” contienen las hormonas estrógeno y progestágeno y se toman de manera ‘cíclica.’ Hay 28 pastillas en cada paquete, normalmente 21 con hormonas y 7 “pastillas de recuerdo.” Cuando acabes de tomarte la última fila de pastillas, debes empezar un nuevo paquete. Las pastillas anticonceptivas actúan interrumpiendo temporalmente el funcionamiento de tus ovarios. Este es un tratamiento común para la dismenorrea (períodos dolorosos) y otros dolores pélvicos relacionados con la endometriosis. Aunque el propósito de este tratamiento es tratar de controlar el dolor asociado con la endometriosis, es posible que algunas niñas aún así sientan dolor durante la menstruación.
El parche
El parche es un nuevo método de terapia hormonal que se parece a una bandita adhesiva cuadrada. Contiene medicina hormonal similar a las píldoras anticonceptivas y se aplica en la superficie de la piel. Como las píldoras anticonceptivas, el parche también puede ser recetado para tratar ciclos irregulares, cólicos menstruales, o endometriosis. Cada parche hormonal dura una semana. (lo reemplazas cada semana por 3 semanas y después tienes una semana “libre del parche”. La menstruación te llega durante esa semana libre. Algunas niñas y mujeres prefieren el parche a las pastillas anticonceptivas porque no tienen que acordarse de tomárselo todos los días.
El anillo vaginal
El anillo vaginal es un anillo delgado y flexible que cabe dentro de la vagina. Ya en su lugar, emite una combinación de estrógeno y progesterona (hormonas). Como las pastillas anticonceptivas y el parche, el anillo vaginal puede ser utilizado para tratar los síntomas de la endometriosis a través del control de tu ciclo menstrual. Cuando utilizas este tipo de terapia hormonal cíclica, debes quitarte el anillo después de la tercera semana, quedarte sin él por una semana y reemplazarlo después de estos 7 días “libres del anillo.” La mayoría de las niñas y mujeres tienen su menstruación durante esta semana “libre del anillo.” Algunas niñas y mujeres prefieren el anillo vaginal porque se pone dentro de la vagina donde no es visible. Cuando se inserta correctamente, nadie (ni tú) se puede dar cuenta que está en tu vagina. Algunas niñas y mujeres prefieren el anillo vaginal a las pastillas anticonceptivas porque no es necesario recordarlo todos los días. El anillo vaginal funciona por 3 semanas a la vez.
Beneficios:
·         Terapia hormonal combinada de estrógeno y progestágeno puede disminuir, y en algunos casos eliminar, el dolor que causa la endometriosis.

·         Algunas niñas y mujeres dicen que el flujo menstrual es menos fuerte, la duración más corta y que saben cuando les va a llegar.
Posibles efectos secundarios:
·         Algunas niñas y mujeres han reportado efectos secundarios como la pérdida leve de sangre intermenstrual (a la mitad del ciclo), sensibilidad en los senos, cambios de estado de ánimo, dolores de cabeza, náuseas, calambres, hinchazón y o pérdida de peso.

·         El manchado de sangre y el sangrado irregular pueden ser un efecto secundario común.

·         El sangrado puede ser tan leve como manchado, requiriendo solo una toalla higiénica de uso diario, o tan fuerte como un periodo normal. Este tipo de sangrado puede durar unos pocos días mientras tu cuerpo se acostumbra a la medicina o puede persistir mientras estés recibiendo la terapia hormonal.

·         En algunas niñas que utilizan el “parche hormonal” se puede notar irritación de la piel en el lugar donde se aplica el parche.

·         Algunas niñas que utilizan el anillo vaginal pueden sufrir de irritación vaginal.
·         Puede ser que a algunas niñas no se les alivie el dolor de la endometrosis.
Progestágeno: Terapia Hormonal
Medroxyprogesterone acetate (Acetato de medroxiprogesterona)
La medroxiprogesterona es un tipo de medicina que contiene la hormona progesterona. Tu proveedor de servicios de salud te la inyecta una vez cada 3 meses. La medroxiprogesterona suspenderá tu ciclo menstrual temporalmente.
Acetato de noretindrona
Acetato de noretindrona contiene solo progesterona y se toma oralmente todos los días. Es el tipo de medicina hormonal que se le receta frecuentemente a pacientes que no pueden tolerar medicamentos que contienen estrógeno.
Beneficios:
·         La terapia hormonal de progesterona puede tratar efectivamente los síntomas de la endometriosis.

Efectos secundarios posibles:
·         Algunos estudios científicos sugieren que la densidad de los huesos puede ser más baja en las adolescentes que toman por un tiempo medicina hormonal compuesta de progesterona y por lo tanto el riesgo de desarrollar osteoporosis es más alto (huesos frágiles). Es posible que tu proveedor de servicios de salud también te recete estrógeno si estás tomando esta medicina para la endometriosis por más de 6 meses.

·         Algunas niñas y mujeres pueden observar sensibilidad de los senos, sangrado irregular, cambios de humor, mareo, hinchazón, aumento de peso y/o pérdida de cabello.

·         Algunas niñas pueden que no obtengan alivio del dolor de la endometriosis
“Agonistas de Gn-RH” (hormona agonista de liberación de gonatropina): Terapia hormonal
Este tipo de hormona actúa interrumpiendo temporalmente el funcionamiento de tu hipófisis y tus ovarios temporalmente. Esta terapia hace que tus ovarios piensen que estás en la etapa antes de pubertad porque tus ovarios dejan de producir estrógeno y progesterona. La falta de estrógeno circulando por tu cuerpo provoca la pausa de tu menstruación. Debido a que todos los agonistas de Gn-RH disminuyen los niveles de estrógeno, los efectos secundarios de todos los medicamentos de este grupo son iguales y con frecuencia se asocian a los síntomas de la menopausia. Los agonistas de Gn-RH han sido aprobados por la Administración de drogas y alimentos (FDA, en inglés) para tratamientos de 6 meses.
Mientras tomas agonistas de Gn-RH, es importante incluir suficiente calcio en tu dieta o a través de suplementos vitamínicos. Tu cuerpo necesita 1300mg de calcio y 400 UI de vitamina D todos los días.
Depot-leuprolide acetate (Acetato de Leuprorrelina de acción retardada)
El acetato de Leuprorrelina de acción retardada es un tipo de agonista de Gn-RH que se administra a través de una inyección intramuscular (en el músculo). Puede ser administrada como inyección una vez al mes (envase blanco) o una vez cada 3 meses (envase azul). Lógicamente, la inyección mensual funciona por aproximadamente un mes y la inyección trimestral funciona por aproximadamente 3 meses.
Nafarelin acetate (Acetato de Nafarrelina)
El acetato de Nafarrelina es otro tipo de agonista de GnRH (medicina hormonal) que viene en forma de aerosol nasal. La dosis recomendada es una inhalación en un orificio nasal por la mañana y otra inhalación en el otro orificio nasal por la noche.
Beneficios:
·         Los agonistas de GnRH disminuyen tus niveles de estrógeno. Los bajos niveles de estrógeno no permiten que tu cuerpo produzca óvulos. Esto significa que no podrás ovular (no producirás óvulos) y no tendrás tu menstruación.

·         Esta medicina puede funcionar bastante bien para reducir el dolor de la endometriosis a través de la discontinuidad de tu periodo.
Efectos secundarios posibles:
·         Si tomas esta medicina por más de seis meses, es mayor la posibilidad de que desarrolles osteoporosis (desgastamiento de los huesos).

·         Los efectos secundarios incluyen el sentirse acalorado repentinamente, cambios en el estado de ánimo, sequedad vaginal, dolor de los huesos y de las coyunturas, pérdida de cabello, menos interés en relaciones sexuales, y posible pérdida de memoria a corto plazo, pero se cesan después de que discontinuas el tratamiento y tu ciclo menstrual regresa.
·         Puede ser que a algunas niñas no se les alivie el dolor de la endometriosis.
Agonistas GnRH y la terapia hormonal de reposición
La combinación de agonistas de GnRH Y la terapia hormonal de reposición normalmente se receta cuando otras medicinas hormonales no alivian el dolor asociado con la endometriosis. Algunas niñas se sienten muy bien con los agonistas de Gn-RH, pero ya que la Asociación de Comida y Drogas (FDA) solo ha aprobado el uso de esta terapia por seis meses a la vez, no es posible mantener este tratamiento por más de seis meses sin tomar un poco de “terapia de reposición.” Un nuevo método de mantener a las mujeres jóvenes bajo esta medicina por periodos más largos de tiempo se trata de añadir una cantidad pequeña de estrógeno y progesterona o progesterona solamente. Esto se llama “terapia de reposición.”
Beneficios:
·         Debido a que el estrógeno es importante para mantener tus huesos saludables, los bajos niveles de estrógeno pueden reducir tu densidad en los huesos, arriesgando la posibilidad de osteoporosis (desgastamiento de los huesos). La meta de “la terapia de reposición” es devolverte suficientes hormonas para proteger tus huesos y controlar los efectos secundarios no deseados, como los calores y la sequedad vaginal que son comunes cuando se toman los agonistas de Gn-RH solamente.

·         En algunos casos, las adolescentes y las mujeres pueden recibir este tratamiento por más de seis meses con tal de que su proveedor de servicios de salud las vigile atentamente. La densidad de los huesos se puede supervisar a través de un examen sencillo llamado DEXA que es similar a un rayo-X (pero con mucha menos radiación).
La máquina DEXA
El examen DEXA mide la densidad y el grosor de tus huesos y puede determinar si tus huesos se están desgastando muy temprano. El examen no duele y solo dura como 15 o 10 minutos. Te acuestas en tu espalda con una almohada bajo tus rodillas y los brazos a tus lados. La máquina se parece a luna “L” al revés y se mueve de un lado a otro sobre el área de tu estómago para medir la densidad de los huesos en tu columna y cadera (la maquina esta como a 12 pulgadas de tu cuerpo mientras examina). Aunque es importante mantenerse quieta durante este examen, puedes moverte un poco, respirar, toser y hablar.
Posibles efectos secundarios:
·         Algunas niñas y mujeres pueden seguir teniendo efectos secundarios leves asociados con síntomas parecidos a la menopausia como calores, cambios en el estado de ánimo, sequedad vaginal, dolor de los huesos y coyunturas, pérdida del cabello, menos interés en relaciones sexuales, y posible pérdida de memoria a corto plazo aunque el estrógeno y la progesterona hayan sido administrados.

·         Debido a que cada niña y cada mujer responde a la terapia hormonal de manera distinta, su proveedor de servicios de salud puede que necesite cambiar ó ajustar la cantidad o el tipo de “terapia de reposición” que está tomando.

·         Los síntomas de la endometriosis pueden regresar cuando empieces la “terapia de reposición.”

Si escoges la terapia hormonal sola o la terapia hormonal después de una cirugía, recuerda que toda la medicina afecta de manera diferente a cada persona. Si sufres de efectos secundarios, habla con tu médico sobre la posibilidad de cambiar a un nuevo tipo de terapia hormonal; sin embargo, normalmente es necesario esperar 2-3 ciclos menstruales para que mejoren los síntomas y para que tu cuerpo se acostumbre a cualquier medicamento.

Decidir cuál es el mejor tratamiento para ti puede tomar algún tiempo. Habla con tu médico sobre cualquier duda que tengas. También puede ser útil hablar con otras adolescentes con endometriosis que hayan estado en diferentes tratamientos. Por el momento, puedes ayudar a que tu cuerpo se sienta mejor a través de una dieta saludable, descansando lo suficiente y haciendo ejercicio.


Andres

miércoles, 18 de noviembre de 2015

¿QUÉ AVANCES HAY EN LA INVESTIGACIÓN Y EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE ENDOMETRIO?

Patología molecular del cáncer de endometrio
La investigación reciente ha mejorado nuestra comprensión de la forma en que los cambios en ciertas moléculas pueden hacer que células normales del endometrio se conviertan en células cancerosas. Hace varios años que sabemos que los daños o defectos al ADN (llamadas mutaciones) pueden alterar genes importantes que regulan el crecimiento celular. Si se dañan estos genes, el crecimiento sin control puede ocasionar cáncer.
A veces, podría parecer que el cáncer de endometrio y el cáncer de colon son más frecuentes en una familia. Ahora sabemos que algunas de estas familias tienen un riesgo más alto para estos tipos de cáncer, porque han heredado un defecto en ciertos genes que normalmente ayudan a reparar los daños en el ADN. Si estas enzimas reparadoras no están trabajando en forma adecuada, es más probable que persista el daño en el ADN y cause la formación de cáncer. También se han encontrado defectos similares en la reparación del ADN en las células cancerosas del endometrio de algunos pacientes sin tendencia familiar a desarrollar esta enfermedad. Uno de los genes normales responsables de suprimir el crecimiento del tumor, llamado PTEN, es con frecuencia anormal en los cánceres de endometrio.

Las pruebas para este y otros cambios en el ADN podrán en un momento ayudar a encontrar los cánceres endometriales en etapa temprana. Los cánceres de endometrio sin otros genes supresores del tumor (o con genes inactivos), tales como el gen de retinoblastoma (Rb) y el gen TP53, tienden a ser más propensos a regresar después del tratamiento inicial. Las pruebas para estos y otros cambios del ADN algún día se usarán para ayudar a predecir cuán agresivo pudiera ser el cáncer y para optar por el mejor tratamiento para cada mujer con esta enfermedad. El objetivo de gran alcance en este campo de investigación es la terapia genética que pueda corregir las anomalías en el ADN que causan que las células endometriales se hagan cancerosas.

Nuevos tratamientos

Los investigadores están examinando nuevos medicamentos, combinaciones de medicamentos y “terapias dirigidas” en pacientes con cáncer endometrial avanzado. El uso de quimioterapia adyuvante, con o sin radiación también está bajo investigación.

Terapia dirigida
A medida que los investigadores aprenden más sobre los genes y los cambios en las proteínas de las células cancerosas, han podido desarrollar medicamentos más nuevos diseñados para combatir estos cambios de manera específica. Estos medicamentos de terapia dirigida funcionan de distinta manera que los que se usan comúnmente en la quimioterapia. A menudo causan diferentes efectos secundarios. Algunos medicamentos de terapia dirigida que se están estudiando para el tratamiento del cáncer de endometrio incluyen temsirolimus, brivanib y gefitinib.
Terapia hormonal
Aunque la terapia hormonal del cáncer de endometrio a menudo conlleva progestinas, los medicamentos que afectan el estrógeno también pueden ser útiles. Un reciente estudio analizó el uso de fulvestrant (Faslodex®), un medicamento que bloquea los receptores de estrógeno.

Cirugía


Otra manera de averiguar si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos en la pelvis consiste en identificar y remover los ganglios linfáticos que con mayor probabilidad están drenando el cáncer. A este procedimiento se le llama biopsia del ganglio linfático centinela. En este procedimiento, se le inyecta al área del cáncer un trazador radiactivo y/o un colorante azul. Los ganglios linfáticos que se tornan azules (a causa del tinte) o que se vuelven radiactivos (a causa del trazador) se extirpan durante la cirugía. Estos ganglios linfáticos se examinan detenidamente para ver si contienen células cancerosas. Esta técnica se usa comúnmente para algunos otros tumores, tal como cáncer de seno, aunque sigue siendo nueva en el tratamiento de cáncer de endometrio. Aún se desconoce si la biopsia de ganglio linfático centinela es tan eficaz como la disección de ganglio linfático para la clasificación por etapas y el tratamiento del cáncer de endometrio. Por lo tanto, actualmente no es parte de la cirugía convencional para este cáncer.
Andres

¿QUÉ ES EL CÁNCER?

El cuerpo está compuesto por millones de millones de células vivas. Las células normales del cuerpo crecen, se dividen para crear nuevas células y mueren de manera ordenada. Durante los primeros años de vida de una persona, las células normales se dividen más rápidamente para permitir el crecimiento. Una vez que se llega a la edad adulta, la mayoría de las células sólo se dividen para remplazar a las células desgastadas o a las que están muriendo y para reparar lesiones.

El cáncer se origina cuando las células en alguna parte del cuerpo comienzan a crecer sin control. Existen muchos tipos de cáncer, pero todos comienzan debido a que unas células anormales crecen descontroladamente.
El crecimiento de las células cancerosas es diferente al crecimiento de las células normales. En lugar de morir, las células cancerosas continúan creciendo y forman nuevas células anormales. Las células cancerosas pueden también invadir o propagarse a otros tejidos, algo que las células normales no pueden hacer. El hecho de que crezcan sin control e invadan otros tejidos es lo que hace que una célula sea cancerosa.
Las células se transforman en células cancerosas debido a una alteración en el ADN. El ADN se encuentra en cada célula y dirige todas sus actividades. En una célula normal, cuando se altera el ADN, la célula repara la alteración o muere. Por el contrario, en las células cancerosas el ADN alterado no se repara, y la célula no muere como debería. En lugar de esto, esta célula persiste en producir más células que el cuerpo no necesita. Todas estas células nuevas tendrán el mismo ADN alterado que tuvo la primera célula anormal.
Las personas pueden heredar un ADN alterado, pero con más frecuencia las alteraciones del ADN son causadas por errores que ocurren durante la reproducción de una célula normal o por algún factor en el ambiente. Algunas veces, la causa del daño al ADN es algo obvio, como el fumar cigarrillos. No obstante, es frecuente que no se encuentre una causa clara.
En la mayoría de los casos, las células cancerosas forman un tumor. Algunos tipos de cáncer, como la leucemia, rara vez forman tumores. En su lugar, estas células cancerosas afectan la sangre, así como los órganos productores de sangre y circulan a través de otros tejidos en los cuales crecen.
Las células cancerosas a menudo se trasladan a otras partes del organismo donde comienzan a crecer y a formar nuevos tumores que remplazan al tejido normal. A este proceso se le conoce como metástasis. Ocurre cuando las células cancerosas entran al torrente sanguíneo o a los vasos linfáticos de nuestro organismo.

Independientemente del lugar hacia el cual se propague el cáncer, se le da el nombre según el lugar donde se originó. Por ejemplo, el cáncer de seno que se extiende al hígado sigue siendo cáncer de seno, y no cáncer de hígado. Asimismo, el cáncer de próstata que se extiende a los huesos es cáncer de próstata metastásico y no cáncer de huesos.
Los diferentes tipos de cáncer se pueden comportar de manera muy distinta. Por ejemplo, el cáncer de pulmón y el cáncer de seno son dos enfermedades muy diferentes. Crecen a velocidades distintas y responden a distintos tratamientos. Por esta razón, las personas con cáncer necesitan un tratamiento que sea específico para el tipo particular de cáncer que les afecta.

Andres

martes, 10 de noviembre de 2015

ENDOMETRIOSIS UMBILICAL PRIMARIA

Introducción
La endometriosis se define como la presencia de tejido endometrial funcionante extrauterino. Afecta a un 8-15 % de las mujeres en edad fértil, y su localización más frecuente es intrapélvica1. Las formas extrapélvicas afectan a un 12 % de las mujeres con endometriosis, y se asientan en diversas localizaciones, como los tractos gastrointestinal y genitourinario, el pulmón o la pared abdominal2.

La endometriosis de pared abdominal es rara y, aunque puede aparecer de forma primaria, habitualmente suele ser secundaria a intervenciones ginecológicas u obstétricas (0.1-0.4 % de las cesáreas). Se localiza sobre cicatrices laparotómicas, laparoscópicas o perineales3. La forma primaria más frecuente es la umbilical o nódulo de Villar4.

La endometriosis de pared abdominal suele ser un hallazgo inesperado para el cirujano general, y con frecuencia se confunde con otras patologías (sobre todo en los casos en los que la sintomatología no se presenta de forma cíclica en relación con el periodo menstrual).
Presentamos 6 casos de endometriosis umbilical primaria tratados en nuestro servicio, considerando que pueden ayudar a tener presente esta enfermedad en el diagnóstico diferencial de nódulos en la pared abdominal de mujeres en edad fértil.
Material y métodos
Realizamos un estudio observacional, descriptivo y retrospectivo de las pacientes intervenidas por endometriosis umbilical en nuestra Unidad de Cirugía de Pared Abdominal entre 2000 y 2013. Se realizó una revisión de las historias clínicas de las pacientes, recogiendo las variables clínicas (edad, antecedentes de cirugía o endometriosis conocidos, clínica, método diagnóstico, tratamiento) y de seguimiento.
El análisis estadístico se realizó con el paquete estadístico SPSS v.22 (Chicago, Illinois, EE. UU.). Las variables cuantitativas se han expresado por su media y su desviación estándar, y las variables cualitativas como número de casos y porcentaje.
Resultados
Las características de las pacientes del presente estudio se aprecian en la tabla 1.
 Tabla 1.

Resumen de las características, clínica y evolución de las pacientes
EdadAntecedentes personales (cirugía previa, endometriosis conocida)ClínicaSospecha diagnóstica inicialMétodo diagnósticoTratamiento quirúrgicoTamaño (cm)Estancia (días)Complicaciones posquirúrgicasRecidivaSeguimiento (meses)Diagnóstico endometriosis pélvica poscirugía
Caso 132NoTumoración, dolor cíclicoHernia umbilicalEcografía
clínica
Escisión y cierre primario4 × 3 × 32NoNo156
Caso 244NoTumoración, dolor cíclicoHernia umbilicalClínicaOnfalectomía y cierre primario3 × 2 × 1.52NoNo132No
Caso 328NoTumoración, dolor y hemorragia cíclicaEndometriosisClínicaEscisión y cierre primario2 × 2 × 1.52NoSí (4 años)84
Caso 449NoTumoración, dolor cíclicoEndometriosisClínicaEscisión y cierre primario2 × 1.5 × 12NoNo72No
Caso 541NoTumoración, dolor y hemorragia cíclicaEndometriosisClínicaOnfalectomía y malla polipropileno3.5 × 21NoNo10No
Caso 641NoTumoración, dolor y hemorragia cíclicaEndometriosisClínicaOnfalectomía y malla Ultrapro®2 × 1.5 × 1.51NoNo9No


Se intervino a 6 pacientes con endometriosis umbilical, con una edad media de 39.1 (±7.78) años. En ningún caso existían antecedentes de cirugía previa o endometriosis. El tamaño medio de las lesiones fue de 2.75 (±0.88) cm. Todas las pacientes presentaban una tumoración umbilical dolorosa de forma cíclica (fig. 1), asociada a sangrado en 3 casos (50 %), relacionando la presencia de los síntomas con la fase del ciclo menstrual.
Figura 1. 
Nódulo umbilical eritemato-violáceo de 2.1 × 2.3 cm.

Se realizó una ecografía en un caso (16 %), que demostró la presencia de un nódulo de 28 × 23 mm bien delimitado, supraaponeurótico (fig. 2). El diagnóstico preoperatorio correcto se realizó en 4 pacientes (66 %), en tanto que las otras 2 se intervinieron con diagnóstico de hernia umbilical (33 %). El tratamiento consistió en todos los casos en una exéresis amplia de la lesión, que precisó onfalectomía en 3 casos (50 %), con reconstrucción mediante malla en 2 de ellos (33 %). El estudio anatomopatológico confirmó el diagnóstico en todos los casos, y demostró la presencia de glándulas endometriales rodeadas de estroma en la dermis. No existieron complicaciones en el posoperatorio. La estancia hospitalaria media fue de 1.6 (±0.51) días.

Figura 2. 
Ecografía de partes blandas: imagen nodular hipoecogénica de 28 × 23 mm, bien delimitada, de localización supraaponeurótica.

Posteriormente, todas las pacientes fueron derivadas al Servicio de Ginecología para realizar un estudio de coexistencia de endometriosis pélvica, y se detectaron focos de endometriosis ovárica bilateral en 2 pacientes (33 %). El seguimiento a largo plazo (rango: 9-156 meses) se realizó en la consulta de nuestra Unidad de Cirugía de Pared Abdominal, donde se comprobó un caso de recidiva (16 %) a los 4 años; se le realizó de nuevo exéresis de la misma, y fue necesaria una onfalectomía.
Discusión
La endometriosis cutánea fue descrita por primera vez por von Recklinghausen en 1885. Un año más tarde, Villar describió la endometriosis umbilical primaria5. La endometriosis de pared abdominal es la más frecuente de las formas extrapélvicas, y es generalmente secundaria a procedimientos ginecológicos u obstétricos. Se presenta sobre cicatrices de cirugía abdominal o perineal3, aunque este fenómeno también se ha producido con posterioridad en apendicectomías y plastias inguinales.

La endometriosis umbilical constituye la forma más frecuente de endometriosis primaria de pared abdominal, con una frecuencia que oscila entre un 0.5 % y un 1 % de las pacientes con endometriosis67 and 8. También se han descrito otras formas primarias en localizaciones como periné, articulaciones o extremidades, pero son aún menos frecuentes.

Se han propuesto 3 teorías para explicar la patogenia de la endometriosis:
1)    La teoría metastásica, por la cual la mucosa endometrial alcanza una localización extrauterina ectópica por varias vías de transporte (transtubárica, celómica, linfática, sanguínea o iatrogénica). La vía iatrogénica, debida al transporte de tejido endometrial con el material quirúrgico cuando se trata de intervenciones ginecológicas uterinas, explica la endometriosis en cicatrices quirúrgicas, bien sea en la pared abdominal, bien en episiotomías tras legrado posparto.
2)    La teoría metaplásica, por la que el tejido endometrial ectópico se origina directamente por metaplasia de un tejido con capacidad de transformación a diferentes líneas tisulares. 

3)    Finalmente, la teoría inmunológica, que explica que en pacientes con endometriosis haya un número disminuido de linfocitos T mediadores de la citotoxicidad frente a células endometriales autógenas y un descenso en la capacidad de respuesta linfocitaria contra antígenos endometriales. Sin embargo, la mayoría de los casos no son explicables por medio de una sola de ellas, sino a través de su aplicación conjunta 9.

La endometriosis umbilical se presenta en forma de nódulo de tamaño variable, cuya coloración varía de rojo a azul o negro. La clínica suele tener un carácter cíclico en forma de dolor o aumento de volumen durante el periodo premenstrual o menstrual10. En ocasiones puede presentar supuración crónica, donde la hemorragia es menos frecuente. Excepcionalmente, puede presentarse en forma de lesiones múltiples1.

Histológicamente se caracteriza por la presencia de los 2 componentes del tejido endometrial típico (glándulas revestidas de epitelio cilíndrico y estroma). Presenta un comportamiento inmunohistoquímico muy característico: inmunotinción nuclear positiva para estrógenos y progesterona (tanto en las células epiteliales como estromales), e inmunotinción nuclear positiva para CD10, en las células estromales6 (Figura 3 and Figura 4). Habitualmente se observan hallazgos de la fase secretora y proliferativa del endometrio uterino, pero existe una escasa correlación entre el aspecto histológico de la endometriosis y el ciclo menstrual11.


Figura 3. 
Estudio anatomopatológico. Estudio microscópico: presencia en la dermis de glándulas endometriales rodeadas de estroma. 100× (hematoxilina-eosina).

Figura 4. 
Estudio anatomopatológico. Estudio microscópico: glándulas endometriales revestidas de epitelio cilíndrico rodeadas de denso estroma con fenómenos hemorrágicos. 200× (hematoxilina-eosina).

El diagnóstico se obtiene con frecuencia tras el estudio anatomopatológico de la pieza8, aunque puede establecerse la sospecha clínica mediante una anamnesis convenientemente dirigida ante la presencia de una tumoración umbilical en una mujer en edad fértil con supuración crónica inespecífica o dolor cíclico12 and 13.
La ecografía, la TC o la RMN ayudan a valorar la extensión y establecer el diagnóstico diferencial5. La PAAF puede ser útil para confirmar el diagnóstico. En cualquier caso, debe investigarse la presencia de endometriosis genital o pélvica, debido a que se encuentra asociada en un 25 % de los casos14.

En este tipo de lesiones se debe plantear el diagnóstico diferencial con la hernia umbilical irreductible, el granuloma piogénico, el hemangioma, el granuloma a cuerpo extraño, los tumores anexiales sudoríparos (tanto apocrinos como ecrinos), la onfalitis, la enfermedad de Crohn, metastásica umbilical, la metástasis del tracto gastrointestinal (conocido como «nódulo de la hermana María José») y el melanoma11.

El tratamiento de elección es la resección con márgenes adecuados, respetando el ombligo cuando sea posible. Se debe incluir el foco de endometriosis y entre 5 mm y 1 cm de tejido sano adyacente, con la intención de evitar la recurrencia7. En algunos casos puede ser necesaria una onfalectomía (fig. 5), o la creación de un defecto amplio en la fascia, que se debe reparar con una malla de material sintético8 and 14 (fig. 6).

Figura 5. 
Procedimiento quirúrgico. Onfalectomía radical.

Figura 6. 
Procedimiento quirúrgico. Cierre del defecto fascial con malla Ultrapro® de 6 × 9 cm.

La alternativa al tratamiento quirúrgico es el tratamiento farmacológico mediante hormonoterapia. Los antagonistas de la GnRH (danazol) y los progestágenos pueden ser eficaces en endometriosis de diámetro inferior a 2 cm, pero su utilización solo suele aportar un alivio transitorio de los síntomas, y la recurrencia es la regla al suspender la terapia. Los análogos de GnRH también se han utilizado para disminuir el tamaño de las lesiones antes de la cirugía, aunque durante un tiempo limitado (entre 3 y 6 meses) por sus efectos secundarios (virilización, alteración del perfil lipídico, pérdida ósea, etc.)15.

La recidiva local tras una adecuada escisión quirúrgica es infrecuente. El tratamiento recomendado en estos casos es la resección de la lesión, ya que el tratamiento médico no ha mostrado eficacia. El riesgo de transformación maligna es bajo (0.3-1 %). La recurrencia frecuente y la presencia de rasgos atípicos parecen ser factores de riesgo de malignización7.
Conclusión
La endometriosis umbilical es una patología poco frecuente en el campo de la cirugía general, muchas veces confundida con otras entidades clínicas con mayor prevalencia en nuestro ámbito quirúrgico, como la hernia incarcerada, onfalitis o granulomas. Debe incluirse en el diagnóstico diferencial en mujeres en edad fértil con patología umbilical. La forma más frecuente de presentación es un nódulo de coloración violácea asociado a dolor que coincide con el periodo menstrual. El tratamiento a elegir es la exéresis con márgenes adecuados, que es mismo tiempo diagnóstico y curativa.

Andres