Buscando en internet me encontré con este articulo muy interesante para poder compartirlo y lo copie de este link: http://infoendometriosis.jimdo.com/historia-de-la-endometriosis/
Hay
descripciones de mujeres con dolor pélvico, esterilidad y desórdenes
menstruales desde la antigüedad. En aquellos tiempos, estos desórdenes se
agrupaban bajo el nombre de "asfixia
de la matriz", y partiendo de las descripciones
históricas es imposible distinguir en qué casos se trataba efectivamente de
endometriosis y en cuales de otras enfermedades ginecológicas. Como
tratamientos habituales contra la asfixia de la matriz se recomendaba
tomar cerebro de liebre (para supuestamente cortar la
menstruación), granados, cantárida, alquitrán, aceite de
ricino, la orina de un toro o de un hombre, o los testículos machacados de un
macho cabrío o de zorro aplicados vaginalmente. Algunos de estas
medicinas, aunque a primera vista desagradable, podrían haber sido eficaces.
Así, los granados contienen Fito estrógenos y otras sustancias que podrían
ejercer un efecto anti proliferativo sobre los implantes de endometriosis, y la
orina masculina o los testículos machacados contienen testosterona, y por ende
constituyen una forma temprana de terapia hormonal antiestrogénica.
Menos
eficaz habrá sido un tratamiento habitual en la antigua Grecia: se colgaba a la
mujer de las piernas y se sacudía violentamente. Con ello, se pretendía colocar
el útero en su lugar, ya que se atribuía la enfermedad al desplazamiento del
órgano dentro de la pelvis.
Algunas
de las mujeres condenadas por brujería en la edad media y por la inquisición
podrían haber sido en realidad pacientes de endometriosis. Así, en archivos
históricos hay varias descripciones de mujeres ejecutadas en la hoguera, debido
a que fueron acusadas de brujería porque presentaban sangrados cíclicos en su
ombligo, algo típico de la rara endometriosis umbilical, o "menstruaciones
aberrantes" con "convulsiones" que fueron considerados indicio
de posesión demoníaca. También hay historiadores que toman en consideración la
endometriosis umbilical o aquella localizada en cicatrices como una posible
explicación de casos de mujeres con ciertos tipos de estigmas.
La
primera descripción inequívoca de un caso de endometriosis data de 1690, que es
cuando el médico alemán Daniel
Shroen describió minuciosamente la
enfermedad en su tesis doctoral Disputatio Inauguralis Medica de
Ulceribus Ulceri, como una enfermedad de la mujer que llevaba a la
formación de úlceras en la vejiga urinaria, el intestino, los ligamentos de
sujeción del útero, el mismo útero y el cérvix. A falta de recursos como la
microscopia y la histología, evidentemente no pudo identificar tales
"úlceras" como tejido endometrial disperso.
Sin
embargo, durante los siglos siguientes, a las mujeres con síntomas de
endometriosis, es decir dolores menstruales e infertilidad, aun así se les
diagnosticaba "histeria" que no se atribuía a ninguna enfermedad
concreta. No fue hasta 1860, cuando el médico, patólogo, filósofo y político
austriaco Carl Von Rokitansky publicó una descripción detallada de la
endometriosis, identificando la enfermedad como cúmulos de tejido endometrial
disperso a los que llamaba "adenomiomatas". Más adelante, varios
médicos y patólogos reconocieron y describieron la enfermedad (normalmente en
la disección de cadáveres, ya que la cirugía en aquellos tiempos estaba aún en
sus orígenes) y especularon sobre sus causas. Denominaron la enfermedad de
diferentes formas: hematocele catamenial, tumores de sangre, quistes sanguíneos
rectos uterinos, retención menstrual o cistosarcomas.
Algunos
tratamientos históricos utilizados a finales del siglo XIX y principios del
siglo XX contra los síntomas de la endometriosis fueron:
- Psicoterapia, ya que muchos médicos aún atribuían los síntomas a
"histeria", considerando la enfermedad como algo de origen
psicótico e incluso relacionado con la ninfomanía. El enfoque psicológico
incluía tratamientos como la terapia electro convulsivo (inducción de convulsiones
en la paciente aplicando corriente eléctrica en su cabeza).
- Sanguijuelas aplicadas vaginalmente. Había médicos que desaconsejaban este
tratamiento, ya que las mordeduras de las sanguijuelas causaban picor, lo
que creaba "malos hábitos" en la paciente.
- Sangría (extracción de sangre)
- Morfina, alcohol y opio como analgésicos
- "Pinkham's
Vegetable Compound", una mezcla de diferentes plantas
medicinales que, según el fabricante, ayudaba contra todo tipo de
desórdenes ginecológicos, y que fue gran éxito comercial al principio del
siglo XX.
- Éter
etílico mezclado con licor
- Cáusticos y compuestos mercuriales inyectados en la
cavidad uterina
- Dispositivos
que mantenían el cérvix abierto (pronto
en desuso, ya que frecuentemente llevaban a infecciones uterinas)
- Enemas. Algunos médicos recomendaban un enema compuesto de ácido
sulfúrico diluido y trementina.
- Extracción
quirúrgica de las lesiones visibles
mediante raspado con las uñas del cirujano
- Extracción
quirúrgica de los ovarios y
del útero; anteriormente a conocerse la existencia de bacterias y por
tanto la importancia de la esterilidad en las intervenciones, éstas tenían
una mortalidad que rondaba el 75%.
El
médico estadounidense Thomas Cullen se convirtió en uno de los mayores expertos
en la enfermedad de su tiempo. Fue el primero en descubrir que la endometriosis
podía en algunos casos invadir los nervios pélvicos, el apéndice, y los
uréteres. Con las posibilidades primitivas de su época trató casos de
endometriosis infiltrativa intestinal severa mediante cirugía, en algunos casos
exitosamente, pero en muchos otros dando como resultado la muerte de sus
pacientes sobre todo debido a infecciones.
Sin
embargo, el término endometriosis no fue introducido hasta 1927, que es cuando
el ginecólogo Dr. John A. Sampson lo utilizó en sus publicaciones,
revolucionarios en el entendimiento de la enfermedad. Fue Sampson quien postuló
la menstruación retrógrada como causa de la
endometriosis (véase Metastatic or Embolic Endometriosis, due to the Menstrual
Dissemination of Endometrial Tissue into the Venous Circulation,
enlace externo, en inglés) y quien describió los endometriomas o quistes de
chocolate como una variante de la misma enfermedad.
Una
vez reconocida la endometriosis como una enfermedad mediada por hormonas y
relacionada con el ciclo femenino, los médicos e investigadores se centraron en
encontrar un tratamiento también hormonal para aliviarla. Se utilizaban, con
éxito variable y casi siempre con notables efectos secundarios, progesterona,
testosterona, altas dosis de estrógenos y también la
recién inventada píldora anticonceptiva (que en aquellos
tiempos contenía dosis de hormonas mucho mayores que hoy en día). En los años
70 se lanzó el Danazol como primer fármaco específico para tratar
la endometriosis.
Con
el desarrollo de antibióticos, anestésicos eficaces y técnicas de cirugía cada
vez más avanzados, también el tratamiento quirúrgico de la enfermedad ganó más
importancia. Inicialmente, la histerectomía y la extirpación de los
ovarios seguían siendo el tratamiento estándar para casos severos de
endometriosis. Fue la cirugía laparoscópica (es decir, guiada
por cámara y a través de pequeñas incisiones) que permitió el desarrollo de
técnicas quirúrgicas más selectivas, permitiendo la extirpación de focos de
endometriosis singulares conservando en medida de lo posible los órganos
reproductivos internos.
Andres
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