Prosiguiendo con la
información y búsqueda de esta enfermedad encontré este testimonio que lo copie
de este link: http://saludreproductiva.about.com/od/Mesntruacion/p/El-Tardado-Diagnostico-De-La-Endometriosis-El-Testimonio-De-Celeste.htm
EL TESTIMONIO DE CELESTE
No es nada, es normal muchas veces le dijeron a Celeste:
Celeste, es una mujer
peruana de 28 años que durante más de 10 años sufrió la negligencia de los
doctores que la atendían. Sufre de endometriosis y no la diagnosticaron en las
múltiples oportunidades que tuvieron. Un viaje a España le trajo el diagnóstico
y el tratamiento que tanto necesitaba. No sin pasar por mucho dolor y angustia.
Tienes que acostumbrarte,
no tienes nada, haz tu vida normal:
“Al empezar a escribir mi
testimonio me vienen a mi mente recuerdos y surgen sentimientos encontrados
pero como sufro endometriosis y soy endoguerrera, empiezo. Desde niña siempre
veía a mi Madre en sus días de menstruación también veía los cuidados que ella
tomaba yo con ilusión tomaba sus toallas y me las ponía y jugaba a ser grande
una señorita y decía: '¡Yo también quiero!' (No sabía lo que pedía).
A mis 14 años y 11 meses
llegó Doña roja y normalmente las primeras menstruaciones eran suaves no sentí
ese dolor que me decían; ¡te dolerá!
Terminé el colegio y
cuando inicié la universidad sentía lo mismo si algún día me dolía más solo
tenía que correr a la farmacia por el Plidan [diazepam, es el ingrediente
activo es relajante muscular fuerte y ansiolítico]. Los días con mayor dolor
menstrual era cuando tenía exámenes. Como es natural el medicamento y poco a
poco iba atacando a mi estómago terminé acudiendo al médico por esos dolores
que yo los aludía al exceso de analgésicos. El médico familiar me refirió al
ginecólogo. Acudí por primera vez a un ginecólogo a los 17 años y me dijo: 'eso
no es nada, es normal. Tienes que acostumbrarte, no tienes nada, haz tu vida
normal'.
Cuando me embaracé de mi
nene (que hoy ya tiene 8 años) me tenían como 'residente en el hospital' ya que
cada semana durante los seis primeros meses acudía por amenaza de aborto
espontáneo con unos dolores espantosos, terribles. Gracias a Dios y a los
cuidados de mi madre pude continuar. Mi ginecólogo me decía cada vez 'en
cualquier momento se te cae. Tienes que ser fuerte'. La verdad yo en esa época
no pensaba en el dolor solo en tener a mi hijo sanito y en mis brazos, me
atendieron dos médicos a la vez y me decían que después del sexto mes todo iba
a estar bien y cuando llegó el día ¡madre mía! quede traumada ya que padecí
cuatro largos y dolorosos días. Presenté preeclamsia tuvieron que realizarme
una cesárea.
Paso el tiempo seguí con
mi vida me separé del padre de mi hijo, continué mis estudios y mi trabajo,
tenía una vida muy movida estaba ocupada casi 20 horas al día, venía la regla y
de nuevo a tomar plidan y si el dolor era muy intenso plidan endovenoso. Acudía
al ginecólogo y me decía que era estrés: 'baja tu ritmo de trabajo, todo está
normal limpito'. Para buscar diferentes opiniones cambiaba de médico y me
decían 'no es nada es así te duele eres muy sensible'.
Al pasar de los años me
casé y los dolores seguían con mi mal humor mi carácter. Traté de llevar un
ritmo más tranquilo de vida, quede embarazada mi esposo y yo estábamos felices
fui al médico y me dijo: ' ya ves, estas muy bien' y de pronto a las 11 semanas
a pesar de los cuidados que yo tuve (dejé mi trabajo para cuidarme) perdí a mi
bebé. Fue una situación que no se la deseo a nadie.
Tratamos de superarlo y
seguir. Mis menstruaciones comenzaron a venirme abundantes dolorosas tenían
nauseas, los dolores me llevaban casi al desmayo fue muy doloroso acudí al
médico y su respuesta siempre fue la misma: 'es normal, tranquila se fuerte así
son las reglas' uno de los doctores llegó a decirme que lo que me pasaba 'era
sinónimo de ser bien mujer' ahora digo que ignorante.
Consulté en varias
ocasiones; me puse el dispositivo intrauterino, me causó una hemorragia y me lo
tuvieron que retirar. E otra consulta por los dolores me dijeron que tenía una
EPI y que tenían que internarme pero de las reglas todos los doctores decían
que era normal.
En mi último control fui
por dolor y me seguían administrando plidan endovenosa. Me realizaron control
hormonal cuando llegaron los resultados me dijeron que tenía marcadores
hormonales altos que era probable que pudiera tener un cáncer de ovario.
Querían programar la cirugía para la semana siguiente.
Llamé a mi esposo que se encontraba fuera del país y se lo
conté y yo no paraba de llorar pensando en mi hijo, fue una situación difícil
tenía planes para viajar cerca al lugar donde él estaba pero eso cambio
decidimos pasar por esto juntos y se inició mi aventura en España o como le
digo mi vicisitud.
Traje aquí a España todos
los documentos los doctores me dijeron que tenemos que comenzar de cero y así fue
llegue en una época donde las citas te las dan a los meses y a mí la regla no
me venía a los meses los dolores eran constantes cada mes en urgencias mi
incertidumbre aumentaba mi mente estaba perdida mis miedos mis temores la
insensibilidad de algunos médicos tuve una discusión con un ginecólogo que
espero algún día entienda que trata con mujeres.
Pasaban los meses y una
enfermera me recomendó adquirir un seguro privado y con mucho esfuerzo lo hice
y a comenzar todo de nuevo y así fue con mucha fe y caímos en manos de un
médico en Madrid lindísimo un ser humano amable, empático de una manera
integral y en un tiempo breve; exámenes, pruebas y ¡BINGO! Nos citó y nos dijo
Celeste tienes Endometriosis me explico paso a paso e iniciamos el tratamiento
con medicamentos y todo comenzó a cambiar en mi vida, comencé a comer a tener
ganas de seguir adelante, sabía que no estaba sola mi esposo en todo momento a
mi lado como le digo yo, mi enfermero de cabecera, llego el día de la cirugía.
Gracias al apoyo de mis
seres queridos y el equipo de salud lo hicimos. Eso sí los primeros días fueron
difíciles- Tuve unas recaídas y a hospitalizarme y en esos días en cama
escuchar a mi hijo: 'mamá te quiero eres fuerte'. Tuve mi primera menstruación
post operada y ¡qué sensación! estuve más tranquila no tuve que estar en cama.
Realice mis actividades normales en esos días conocí a Endometriosis Panamá que
la dirige Mercedes. Fue una bendición de Dios conocerlas, ¡las amo! En esas
semanas se estrenó aquí endometriosis la punta del iceberg y así hoy me siento
mucho mejor día a día pues soy una endoguerra. Y tengo en mente hacer un
proyecto para mis endosisters en Perú.
Ahora le agradezco a la vida ya que
antes se lo reprochaba. Ahora le digo a la endometriosis: ¡no me detendrás!”
Agradecemos a Celeste por
detallar el largo camino a su diagnóstico el propósito de publicar este
artículo es brinda la información de primera mano, de alguien que vivió el
suplicio de no tener el diagnóstico y el tratamiento adecuado por años. Sí tu
sospechas que sufres de endometriosis dile a tu ginecólogo y si no te hace
pruebas busca una segunda opinión.
Agradecemos de nuevo a
nuestra asesora Mercedes Valdés Salamín de Poveda, Socia Fundadora de
Asociación Endometriosis Panamá AENPA por habernos contactado con nuestra
endoguerrera. En ese sitio podrás encontrar el apoyo que necesites.
Andres
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